Un informe largamente esperado no atribuyó la culpa de los daños a la central nuclear de Zaporozhzhia, que Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear. Pero calificó la situación de insostenible y dijo que si no cesan los disparos habrá riesgo de catástrofe.

Tras evaluar la situación, Grossi calificó de "inaceptable" la actividad militar en torno a la zona y que podría ocurrir algo "muy, muy catastrófico".

Grossi esbozó siete recomendaciones y se hizo eco de las observaciones del Secretario General de la ONU, António Guterres, de que es necesaria una zona de protección de la seguridad nuclear.