El hallazgo es el resultado de una inspección prevista inicialmente para el año pasado que "tuvo que ser aplazada debido a la situación de seguridad en la región" y que finalmente se llevó a cabo el martes, según la declaración confidencial del jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi.

Los inspectores del OIEA "descubrieron que 10 bidones que contenían aproximadamente 2,5 toneladas de uranio natural en forma de UOC (concentrado de mineral de uranio) previamente declarado por (Libia)... como almacenado en ese lugar no estaban presentes en el lugar", decía la declaración de una página.

La agencia llevaría a cabo "actividades adicionales" para determinar las circunstancias de la retirada del uranio del lugar, que no nombró, y dónde se encuentra ahora, añadió la declaración.

"La pérdida de conocimiento sobre la ubicación actual del material nuclear puede presentar un riesgo radiológico, así como preocupaciones de seguridad nuclear", dijo, añadiendo que llegar al lugar requería una "logística compleja".

En 2003, Libia, bajo el entonces líder Muamar Gadafi, renunció a su programa de armas nucleares, con el que había obtenido centrifugadoras que pueden enriquecer uranio, así como información sobre el diseño de una bomba nuclear, aunque apenas avanzó hacia la fabricación de una bomba.

Libia ha tenido poca paz desde que un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011 derrocó a Gadafi. Desde 2014, el control político ha estado dividido entre facciones rivales orientales y occidentales, y el último gran brote de conflicto terminó en 2020.

El gobierno interino de Libia, instaurado a principios de 2021 mediante un plan de paz respaldado por la ONU, sólo debía durar hasta unas elecciones previstas para diciembre de ese año que aún no se han celebrado, y su legitimidad también está ahora en entredicho.