Alrededor de la mitad de los 4,7 millones de barriles diarios de crudo que exporta Rusia van a la UE. Cortarlas privaría a Moscú de una importante fuente de ingresos.

Europa ha pagado a Rusia 14.000 millones de euros (14.940 millones de dólares) por petróleo desde el inicio de lo que Moscú denomina una operación militar especial en Ucrania hace dos meses, según la organización de investigación Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio.

Las sanciones también golpearían a la UE, ya que Rusia es el mayor proveedor de petróleo de Europa, al proporcionar el 26% de las importaciones de petróleo del bloque en 2020. Alemania, Polonia y los Países Bajos son los mayores compradores europeos de petróleo ruso.

EMBARGO DE PETRÓLEO

La medida más directa para sancionar a Moscú sería una prohibición de las importaciones de petróleo, en la línea del embargo impuesto por la UE al carbón ruso el mes pasado.

Pero los gobiernos de la UE aún no se han puesto de acuerdo sobre aspectos cruciales de dicha medida, como cuándo entraría en vigor, cuánto duraría el periodo de eliminación de los contratos existentes y si incluiría todos los tipos de petróleo ruso.

Alemania, la mayor economía de la UE, ha dicho que está trabajando para poner fin a las importaciones de petróleo ruso para finales de año, lo que retrasaría cualquier perturbación que pudiera tener en las operaciones militares en curso de Rusia.

Por el contrario, imponer una sanción de este tipo con demasiada rapidez podría suponer un duro golpe para la economía europea y podría aumentar los ingresos globales de Rusia al aumentar los precios mundiales del petróleo.

Para limitar el impacto negativo en la UE, el bloque se apresura a encontrar proveedores alternativos a precios moderados.

También podría optar por una reducción gradual de los volúmenes de petróleo importado de Rusia, sin una prohibición total.

Alrededor del 60% de las exportaciones de crudo ruso a Europa del año pasado se contrataron bajo compromisos a largo plazo, en contraposición a las compras en el mercado al contado, que son más fáciles de recortar, según JPMorgan.

También es probable que las sanciones se apliquen de forma diferente según la forma en que se entregue el petróleo, dijo una fuente de la UE a Reuters, diferenciando entre el petróleo importado a través de oleoductos y de camiones cisterna.

ARANCELES O IMPUESTOS SOBRE EL PETRÓLEO RUSO

El comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, dijo que una forma de reducir las importaciones de la UE sería imponer aranceles al petróleo ruso.

Eso obligaría a Rusia a recortar el precio previo a los aranceles de su petróleo exportado para mantenerlo competitivo, reduciendo efectivamente sus ingresos, dijo a Reuters Simone Tagliapietra, investigadora principal del grupo de expertos Bruegel, con sede en Bruselas.

Sin embargo, la medida también podría contribuir a elevar aún más los precios de los combustibles en la UE, donde los altos precios de la energía ya han llevado la inflación a niveles récord.

Un impuesto sobre el petróleo ruso tendría los mismos efectos positivos y negativos, aunque lo pagarían directamente los consumidores de la UE, en lugar de Moscú.

Todas las demás medidas para reducir las importaciones de petróleo ruso podrían tener efectos inflacionistas, pero los aranceles y los impuestos son especialmente divisivos porque se podría culpar directamente a la UE de parte del aumento de precios resultante.

Rusia también podría reaccionar imponiendo más medidas de represalia a la UE, lo que podría provocar un aumento aún mayor de los precios del petróleo.

LÍMITE DE PRECIOS

Los países de la UE también podrían optar por un tope en el precio que están dispuestos a pagar a Moscú por el petróleo.

Ello no supondría un incumplimiento de los contratos petrolíferos vigentes si los países de la UE se limitaran a dejar de comprar petróleo ruso una vez alcanzado el umbral autoimpuesto.

Sin embargo, al carecer de alternativas suficientes y de precio moderado, la UE acabaría enfrentándose a un aumento de la factura energética o a una ralentización de la actividad económica.

Esto podría ser aprovechado por los partidos euroescépticos, un riesgo político en Francia antes de las elecciones legislativas de junio.

La medida también desdibujaría las señales de los precios, lo que podría provocar nuevos riesgos inflacionistas.

CUENTA DE AHORROS

La primera ministra estonia, Kaja Kallas, ha pedido que se cree una cuenta de garantía bloqueada en la que se guarden temporalmente algunos de los pagos de la UE a Moscú por las importaciones de energía.

Rusia sólo podría acceder a ese dinero en una fase posterior o para gastos determinados, como para equipos médicos o incluso pagos para ayudar a reconstruir las ciudades dañadas en Ucrania.

Esto reduciría los pagos de la UE a Rusia sin disminuir necesariamente las importaciones de la UE.

Sin embargo, podría suponer un incumplimiento de los contratos petroleros. Eso pondría a la UE en una posición jurídicamente incómoda y podría llevar a que Moscú decidiera bloquear o reducir unilateralmente las exportaciones de energía a la UE.

Como alternativa, la cuenta de depósito en garantía podría utilizarse para depositar el dinero recaudado mediante aranceles o impuestos sobre el petróleo ruso. Esto no supondría un incumplimiento de los contratos. Sin embargo, no sería una medida diferente, sino una herramienta para utilizar los ingresos de otras medidas.

(1 dólar = 0,9371 euros)