FTX presentó tres demandas a última hora del miércoles ante el Tribunal de Quiebras de EE.UU. en Delaware contra antiguos iniciados de FTX, incluido el fundador acusado Sam Bankman-Fried, ejecutivos de Embed, incluido su fundador Michael Giles, y accionistas de Embed. FTX alegó que Bankman-Fried y otras personas con información privilegiada de FTX se apropiaron indebidamente de fondos de la empresa para adquirir participaciones en Embed como parte de la transacción.

FTX cerró la adquisición de Embed sólo seis semanas antes de que la criptobolsa se declarara en quiebra en noviembre. FTX perdió miles de millones en dinero de sus clientes mientras apuntalaba sus propias inversiones de riesgo, acciones que su actual consejero delegado, John Ray, calificó de "desfalco a la antigua".

La nueva dirección de FTX ha intentado recuperar activos para reembolsar a sus clientes desde que se declaró en quiebra. La legislación estadounidense permite a los deudores recuperar los pagos realizados en determinadas circunstancias poco antes de la declaración de quiebra y utilizar esos fondos para reembolsar a otros acreedores.

FTX intentó recientemente vender Embed, pero el mejor postor fue Giles, que sólo ofreció un millón de dólares.

La subasta de FTX "no deja lugar a dudas" de que los 220 millones de dólares que gastó para adquirir Embed estaban "salvajemente inflados en relación con el valor razonable de la empresa, algo que Giles sabía muy bien", escribió FTX en su demanda.

FTX pretendía utilizar el software de Embed para añadir la negociación de acciones a su plataforma de criptointercambio, pero el software de Embed "carecía esencialmente de valor", según las demandas. FTX apenas investigó a Embed y "priorizó la velocidad por encima de todo lo demás", añadieron.

Las propias personas internas de Embed se sorprendieron de que FTX pagara tanto por la empresa tras poco más que una reunión con Giles, y describieron el enfoque de FTX respecto a la diligencia debida con un emoji de vaquero en mensajes internos.

Como parte de la compra, FTX también pagó a los empleados de Embed 70 millones de dólares en primas de retención. La mayor parte fue a parar a Giles, que más tarde se preocupó de cómo explicar su bonificación de 55 millones de dólares a otros accionistas de Embed, según las demandas.

FTX pretende recuperar 236,8 millones de dólares de Giles y de las personas con información privilegiada de Embed, y 6,9 millones de dólares de los accionistas minoritarios de Embed.