Por Nick Timiraos 
  THE WALL STREET JOURNAL 
 

Los miembros de la Reserva Federal se disponen a acelerar las deliberaciones en su reunión de la próxima semana sobre cómo reducir sus políticas de dinero fácil en un contexto de recuperación de la economía en Estados Unidos más sólida de lo previsto hace seis meses.

El presidente de la institución, Jerome Powell, ha dicho que sus debates se centran en dos cuestiones importantes: cuándo empezar a reducir sus compras mensuales de US$80.000 millones en valores del Tesoro y de US$40.000 millones en titulizaciones hipotecarias, y a qué ritmo disminuirlos, o retirarlos.

La respuesta importa mucho a los mercados financieros porque los miembros de la Fed han señalado que no es probable que consideren elevar los tipos de interés desde el nivel actual cercano a cero hasta que hayan terminado de retirar las compras de activos.

Algunos integrantes de la Fed han propuesto acabar con dichas compras en torno a octubre de 2022, por lo que podrían elevar los tipos de interés más tarde ese año, si la recuperación se acelera o si la inflación es más alta de lo previsto actualmente.

La Fed empezó a adquirir grandes cantidades de activos en marzo de 2020 cuando la pandemia de Covid-19 desencadenó casi un colapso en los mercados financieros. Las compras tienen la intención de mantener bajos los tipos de interés de largo plazo para animar a pedir préstamos e incentivar el gasto.

Los miembros del banco central podrían recibir información formal en su reunión de la próxima semana sobre las posibles estrategias para reducir las compras de bonos. No se ha tomado ninguna decisión.

El momento elegido por la Fed para iniciar esos planes dependerá de si la economía sigue comportándose como se espera y de si el presidente de la institución, Jerome Powell, logra consenso entre los responsables de política monetaria sobre cómo proceder.

La medida preferida de inflación de la Fed, sin incluir las volátiles categorías de alimentos y energía, subió un 3,4% interanual en mayo, por encima de las estimaciones y del objetivo del 2%.

Aunque la inflación se sitúa muy por encima de la meta, Powell y muchos de los miembros del banco central han indicado que todavía esperan que el aumento de los precios se modere a medida que la escasez impulsada por la reapertura de la economía disminuya.

El banco central dijo en diciembre que mantendría el ritmo actual de compras de bonos hasta que los miembros de la institución concluyan que se han logrado "avances sustanciales" hacia sus objetivos de una inflación del 2% y un empleo sólido.

Dado que los integrantes de la Fed han indicado que avisarían con suficiente antelación antes de empezar a reducir sus compras, parece improbable que empiecen a replegar sus estímulos en sus dos próximas reuniones, en julio o septiembre.

Más bien, si llegan a un acuerdo en verano, podrían ofrecer una actualización de su plan a lo largo del verano, o en su encuentro de septiembre, e informar sobre cuándo tienen previsto empezar a disminuir sus compras. Powell también podría aprovechar su participación en el simposio anual de bancos centrales en Jackson Hole, Wyoming, en agosto para dar detalles sobre los planes emergentes. Esto podría allanar el camino para que a la Reserva Federal empiece a retirar sus estímulos a finales de año.

Powell afronta la mayor división entre los miembros de la Fed sobre las perspectivas y la respuesta de la política monetaria que en ningún otro momento desde que la pandemia obligó al banco central a recortar los tipos el año pasado. En su encuentro del 15 y 16 de junio, 13 de los 18 miembros de la Fed previeron que los tipos se incrementarán para finales de 2023, mientras que siete esperan un encarecimiento del dinero para finales de 2022.

Uno de los bandos, que piensa que la Fed tendrá que subir los tipos antes, defiende empezar el repliegue lo antes posible. El otro cree que las recientes presiones de los precios disminuirán y que la Fed se verá en la misma situación que tuvo que afrontar durante buena parte de la década pasada, cuando las fuerzas mundiales mantuvieron la tasa de inflación por debajo del 2% pese a que los tipos de interés tocaron mínimos históricos.

Los miembros de la Fed también estudian la rapidez con la que se reducirán las compras de activos.

Algunos de ellos están menos preocupados por quedarse rezagados porque creen que la Fed dispone de muchas herramientas para endurecer las condiciones financieras, en caso de necesidad. Por ejemplo, los integrantes del banco central podrían sugerir un ritmo potencial de incrementos de tipos más rápido de lo previsto.

--Michael S. Derby contribuyó a este artículo.

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July 22, 2021 07:50 ET (11:50 GMT)