Las recientes declaraciones chinas muestran su aislamiento del resto del mundo respecto a sus "actividades ilegales e incivilizadas" en el Mar de China Meridional, afirmó el ministerio de Defensa filipino en un comunicado.

"También muestra la incapacidad del gobierno chino para llevar a cabo negociaciones abiertas, transparentes y legales. Su repertorio consiste únicamente en tratar con condescendencia y, en su defecto, intimidar a los países más pequeños", afirmó el ministerio.

La declaración fue en respuesta a que su homólogo chino acusara a Filipinas el jueves de provocaciones, desinformación y traición después de que Manila acusara a Pekín de conducta agresiva en la zona económica exclusiva de Manila.

El portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, declaró el jueves que Filipinas era la culpable de la ruptura de relaciones y exigió a su vecino que cesara lo que calificó de actos de infracción y provocación.

El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr, subió el jueves la apuesta en la escalada de la disputa, afirmando que su país aplicaría contramedidas no especificadas contra los "ataques ilegales, coercitivos, agresivos y peligrosos" de los guardacostas chinos. China reclama la soberanía sobre casi todo el Mar de China Meridional.

La batalla verbal tiene su origen en una serie de enfrentamientos cerca del Second Thomas Shoal durante las misiones filipinas de reabastecimiento a un grupo de soldados destinados a vigilar un buque de guerra en ruinas que fue encallado intencionadamente en un arrecife hace 25 años para impulsar una reclamación de soberanía.