Filipinas mantuvo el lunes sus objetivos de crecimiento económico para los próximos cinco años, alegando el impulso de una mayor demanda interna y unas mejores condiciones laborales que permitirían a su economía resistir los desafíos externos.

Se prevé que el producto interior bruto (PIB) crezca entre un 6,0% y un 7,0% este año, más lentamente que el repunte del 7,6% previsto para 2022, según el Comité de Coordinación del Presupuesto para el Desarrollo (CCPD), un panel interinstitucional que incluye a los máximos responsables del banco central, las finanzas, el presupuesto y la planificación económica.

El comité afirmó que el PIB repuntaría hasta un 6,5% a un 8,0% anual para el periodo comprendido entre 2024 y 2028.

"Hay margen para seguir creciendo con solidez a pesar de los vientos externos en contra", declaró el secretario de Planificación Económica, Arsenio Balisacan. "La economía es bastante robusta en este momento".

El panel tuvo en cuenta los riesgos planteados por las tensiones geopolíticas y comerciales, una posible ralentización económica mundial, así como las perturbaciones meteorológicas en Filipinas.

Prevé que la inflación se registre entre el 5% y el 7% este año, para volver a situarse dentro del objetivo del gobierno de entre el 2% y el 4% en el cuarto trimestre, y añadió que se comprometía a tomar medidas proactivas para reducir la inflación.

La inflación se ralentizó por segundo mes consecutivo en marzo hasta el 7,6%.

El DBCC espera que la divisa del peso se mueva entre 53 y 57 por dólar este año, desde los 55 a 59 estimados en diciembre, y que continúe en ese nivel hasta 2028, dijo.

Balisacan dijo que se prevé que las exportaciones de servicios crezcan un 17% en 2023 y un 16% en 2024, desde el 12% y el 6,0%, respectivamente, lo que dará más fuerza al peso.

Por el lado fiscal, se esperaba que el déficit respecto al PIB disminuyera anualmente del 6,1% este año al 3,0% en 2028. (Reportaje de Neil Jerome Morales; Edición de Martin Petty)