En respuesta a la decisión, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, dijo que Fitch estaba subestimando los impactos positivos de los planes del gobierno para reformar y fortalecer la economía, y reafirmó el compromiso de Francia de recortar su deuda.

Fitch, que también revisó al alza la perspectiva del país a estable desde negativa, dijo que la economía de Francia -la segunda mayor de la zona euro- se expandiría un 0,8% este año, en línea con la media de la zona euro pero por debajo de la previsión de crecimiento del 1,1% de la agencia en su última revisión de noviembre.

"Las presiones sociales y políticas ilustradas por las protestas contra la reforma de las pensiones complicarán la consolidación fiscal", declaró la agencia de calificación crediticia mundial.

La economía francesa creció un 0,2% en el primer trimestre a pesar de una serie de huelgas contra el proyecto de ley de pensiones del gobierno, pero la inflación se mantuvo obstinadamente alta.

Fitch pronosticó que las presiones inflacionistas disminuirán durante el segundo semestre debido a los efectos de base, y que la inflación se situará en una media del 5,5% en 2023, antes de ralentizarse hasta el 2,9% en 2024.

La inflación en Francia subió al 5,9% interanual en abril desde el 5,7% de marzo. La agencia de estadísticas INSEE dijo que el aumento se debió en parte a la subida de los precios de la energía.

Fitch añadió que las métricas fiscales de Francia son más débiles que las de sus homólogos y prevé que la deuda de las administraciones públicas en relación con el PIB mantenga una modesta tendencia al alza, como reflejo de unos déficits fiscales relativamente elevados y de los escasos progresos realizados en materia de saneamiento presupuestario.

A principios de este mes, Le Maire dijo que se espera que la carga de la deuda nacional de Francia, que alcanzó un récord justo por debajo de los 3 billones de euros (3,31 billones de dólares) a finales del año pasado, se reduzca del 111,6% de la producción económica en 2022 al 108,3% en 2027.

Francia se enfrenta en estos momentos a un elevado coste del servicio de la deuda, ya que el país se endeuda en torno al 3%, frente al 1% de hace un año. El viernes, el ministro francés de Presupuesto, Gabriel Attal, declaró que para 2027 el coste del servicio de la deuda del país podría ser su mayor partida de gasto presupuestario.

(1 dólar = 0,9074 euros)