Francia promulgó el martes la prohibición de utilizar términos como filete y jamón para los productos de proteína vegetal, un segundo intento del gobierno de regular las alternativas a la carne mientras intenta apaciguar a los ganaderos que han estado en el centro de las protestas de los agricultores.

El creciente mercado de productos proteínicos de origen vegetal ha irritado a un sector ganadero francés que se enfrenta a una pérdida constante de explotaciones de ganado vacuno y a la dura competencia de una carne importada más barata.

Francia se convirtió en el primer país de la Unión Europea en frenar el uso de los nombres tradicionales de la carne para la proteína vegetal a mediados de 2022, pero la medida fue bloqueada por un tribunal administrativo por ser demasiado vaga y no dar a las empresas tiempo suficiente para adaptarse.

El gobierno publicó el martes un nuevo decreto, aplicable en tres meses, que prohíbe el uso de 21 nombres de carne para describir productos a base de proteínas y limita la cantidad de contenido vegetal en los productos que utilizan otros términos como tocino y chorizo.

Sin embargo, algunos términos cárnicos tradicionales como hamburguesa no están cubiertos por las restricciones.

La asociación de la industria cárnica Interbev acogió con satisfacción la medida, y su presidente Jean-François Guihard afirmó en un comunicado enviado por correo electrónico que "es crucial mantener una clara distinción entre estos productos (vegetales) procesados y los productos cárnicos tradicionales."

Por el contrario, la empresa francesa La Vie, que elabora productos tipo cerdo a partir de proteínas vegetales, afirmó en un comunicado que el etiquetado no confundía a los consumidores y que la medida, que sólo se aplica a los alimentos fabricados en Francia, favorecería las importaciones.

El gobierno también había optado por no esperar a una sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, al que el máximo tribunal administrativo de Francia remitió el asunto tras la suspensión del decreto anterior, añadió La Vie.

Un sector ganadero en dificultades ha sido uno de los temas principales en las semanas de manifestaciones de los agricultores en Francia, y las tensiones se desbordaron el sábado cuando el presidente Emmanuel Macron inauguró la feria agrícola anual de París.

Los ganaderos franceses, al igual que sus colegas de toda la UE, están cada vez más molestos por la caída de los precios, la competencia extranjera y la regulación medioambiental.

Las restricciones sobre el uso de nombres de carne para la proteína vegetal forma parte de un plan del gobierno francés para reactivar la ganadería, que también incluye una reducción de impuestos sobre el valor de los rebaños.