Los sondeos de opinión publicados antes de un apagón de campaña el viernes siguen viendo a Macron liderando la primera ronda y ganando una segunda vuelta contra Le Pen el 24 de abril.

Pero esos mismos sondeos decían que sería ajustado, y algunos incluso veían una victoria de Le Pen dentro del margen de error.

Macron y Le Pen coinciden en que el resultado está muy abierto.

Hasta hace unas semanas los sondeos de opinión apuntaban a una fácil victoria de Macron.

Pero su entrada tardía en la campaña y su enfoque en un plan impopular para aumentar la edad de jubilación, han hecho mella en sus calificaciones, junto con un fuerte aumento de la inflación.

Macron era todo sonrisas mientras emitía su voto en la ciudad costera de Le Touquet.

En contraste con Macron, la antiinmigración y euroescéptica Le Pen, ha tenido un impulso en los índices de audiencia, gracias a un enfoque de meses en cuestiones de coste de la vida y una gran caída en el apoyo a su rival de extrema derecha, Eric Zemmour.

Ella dijo que se sentía positiva después de emitir su voto.

"Me siento bien, me siento en paz desde el inicio de esta campaña. Es el final de largos meses de campaña".

Suponiendo que Macron y Le Pen pasen a la segunda vuelta, el presidente se enfrenta a un problema: los encuestadores han pronosticado un número récord de votantes que se abstendrán.

Macron tendrá que persuadirlos para que cambien de opinión y voten por él en la segunda vuelta.

La votación del domingo mostrará a quién elegirá el número inusualmente alto de votantes indecisos de última hora, y si Le Pen puede superar las predicciones de los sondeos de opinión y salir vencedora en la primera ronda.