Gazprom había dicho el viernes que había detectado una fuga de aceite de motor en la única turbina que seguía funcionando en Portovaya, y que cortaría el suministro de gas natural hasta que fuera reparada.

El lunes, citó a Siemens Energy, que ha realizado el mantenimiento de las turbinas del Nord Stream 1, diciendo que "las causas de la fuga de aceite sólo pueden ser eliminadas por una empresa de reparación especializada".

Su declaración decía que Portovaya era ahora una "instalación de producción peligrosa" y que ya no podía operar legalmente.

Siemens Energy dijo el sábado que no se le había encargado el trabajo y que la fuga denunciada por Gazprom no solía afectar al funcionamiento de una turbina y podía sellarse in situ.

También dijo que otras turbinas estaban disponibles para su uso en la estación de Portovaya.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reiteró el lunes la posición de Moscú de que los problemas con el suministro de gas de Rusia eran enteramente el resultado de las sanciones occidentales.

Europa ha acusado a Rusia de militarizar el suministro de energía en represalia por las sanciones occidentales impuestas a Moscú por su intervención militar en Ucrania.