Lo comentamos a menudo en las páginas de MarketScreener: Kering, la casa de lujo francesa, está muy rezagada con respecto a sus homólogas del sector. Otra observación: el grupo de François Pinault depende (demasiado) de su marca estrella Gucci, que representa alrededor de la mitad de sus ventas y dos tercios de su beneficio operativo.

En un intento de contrarrestar el declive de Gucci, Kering ha nombrado a un nuevo director creativo (un antiguo hombre de Prada, Dolce & Gabbana y Valentino) que desvelará el nuevo toque de la marca esta semana, personificado en el lanzamiento de la colección de temporada

Sabato de Sarno no es la única noticia para Kering este otoño: se ha anunciado una importante remodelación del equipo directivo (incluida la salida del CEO de Gucci, Marco Bizzarri, y de la directora creativa de Alexander McQueen, Sarah Burton), así como la adquisición de una participación del 30% en Valentino en julio, y el grupo presume del nacimiento de una división de belleza, de la que el perfumista Creed, adquirido en junio, será la joya de la corona.

Las ambiciones que pesan sobre los hombros de Sarno son grandes: Gucci generó unas ventas anuales de unos 10.000 millones de euros en 2022, y la dirección aspira a alcanzar los 15.000 millones en un futuro próximo. Tendrá que devolver a la marca su antiguo esplendor (que la convirtió en un éxito en las décadas de 1990 y 2000) y también tendrá la tarea de reconciliar a la empresa matriz con sus divisiones italianas (la mayoría de las marcas del grupo se encuentran al otro lado del Mont Blanc).

Si no te interesa la semana de la moda, pero sí el sector del lujo, esta nueva colección de Sarno, o al menos las piezas de opinión que saldrán de ella, deberían llamarte la atención.