Fue la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA), con sede en Washington, la que reveló el asunto a sus miembros. Bloomberg informó de la noticia a última hora del día, tras obtener acceso al material de presentación que data de abril. Huawei empezó a fabricar chips el año pasado, aprovechando una ganancia inesperada de 30.000 millones de dólares facilitada por Pekín. La SIA calcula que el grupo ha adquirido al menos dos fábricas existentes y está en proceso de construir otras tres. La organización se refiere a la construcción de una serie de instalaciones secretas por toda China, que describe como una red de fabricación clandestina.

Para saber más sobre esta red de fabricación, eche un vistazo a este vídeo de nuestro socio Bloomberg.

Lista negra

El Departamento de Comercio de Estados Unidos había añadido a Huawei a su lista de control de exportaciones en 2019 por motivos de seguridad, a pesar de los desmentidos de la empresa. Ahora, la SIA afirma que Huawei utiliza entidades pantalla para seguir instalando productos. Hay que tener en cuenta que muchos proveedores siguen enviando bienes y tecnologías a la empresa, sobre todo con licencias específicas. Las autoridades han seguido reforzando los controles para impedir que la empresa compre o diseñe chips, sobre todo los más avanzados. También están en el punto de mira las modernas máquinas de producción, de las que sólo hay un puñado de fabricantes en el mundo, como ASML, en los Países Bajos.

La lista negra ya incluye a Huawei y a dos de sus empresas satélite, según la SIA: Fujian Jinhua Integrated Circuit y Pengxinwei IC Manufacturing, también conocida como PXW. El grupo también estaría vinculado a las empresas Qingdao Si'En y SwaySure.

El antiguo Reino Medio contraataca

Para reducir la presión occidental, Pekín ha lanzado iniciativas para desarrollar su propia industria. Sin embargo, el ecosistema de los semiconductores ya está muy entrelazado entre Taiwán, China, Japón, Estados Unidos, Europa y Corea del Sur. En cuanto se mezclan materias primas, chips, productos semiacabados o acabados y software, resulta difícil desentrañar los flujos.
 
Una cosa es cierta: China está inyectando sumas sin precedentes en su industria nacional de semiconductores, y la SIA calcula que al menos 23 plantas de fabricación se están construyendo o modernizando en el país. Entre ellas, la organización ha identificado cinco centros vinculados a Huawei, principalmente en los alrededores de Shenzhen, según Bloomberg.
 
En principio, el riesgo se refiere principalmente a los semiconductores básicos y no a los chips avanzados, dadas las competencias y los equipos utilizados en China. Pero las autoridades estadounidenses temen que la experiencia acumulada gracias a estas grandes inversiones permita a las empresas chinas reducir su retraso en especialidades más sensibles.