Putin ha advertido a Europa de que se arriesga a que le corten el suministro de gas si no paga en rublos, ya que busca represalias por las sanciones occidentales por la invasión de Ucrania por parte de Moscú.

Según el plan, la filial del grupo energético húngaro MVM, CEE Energy, pagaría una próxima factura en euros, que Gazprombank convertiría en rublos y luego transferiría a la rusa Gazprom Export, dijo Szijjarto en una conferencia de prensa.

A falta de semanas para el vencimiento de las facturas, la Comisión Europea ha dicho que quienes tengan contratos que exijan el pago en euros o en dólares deben atenerse a ello.

El primer ministro Viktor Orban dijo la semana pasada que Hungría estaba dispuesta a pagar en rublos por el gas ruso, rompiendo filas con la Unión Europea, que ha buscado un frente unido para oponerse a la exigencia de Moscú de pagar en esa moneda.

"En cuanto al pago en rublos, tenemos una solución que no viola ninguna sanción pero que al mismo tiempo asegura el suministro de gas de Hungría", dijo Szijjarto.

Szijjarto dijo que la opción de pagar las facturas en otra moneda en lugar de euros estaba incluida en un contrato bilateral entre CEE Energy y Gazprom Export celebrado en septiembre, que ahora se modificará para reflejar los cambios previstos.

No entró en detalles y no quedó claro si las caídas de la moneda rusa afectarán de algún modo a las nuevas condiciones de pago.

Szijjarto añadió que Hungría, que depende de Rusia para la mayor parte de su petróleo y gas, se oponía a que la UE adoptara un enfoque conjunto sobre la cuestión, que Budapest considera un asunto bilateral.

Orban, cuyo gobierno mantiene estrechas relaciones comerciales con Moscú desde hace más de una década, llegó al poder para un cuarto mandato consecutivo en las elecciones de hace una semana, en parte con la promesa de preservar la seguridad del suministro de gas para los hogares húngaros.

El ejecutivo de la Unión Europea está elaborando propuestas para un embargo petrolero de la UE a Rusia, según declararon el lunes los ministros de Asuntos Exteriores de Irlanda, Lituania y Holanda, aunque todavía no hay acuerdo para prohibir el crudo ruso.