En virtud de un acuerdo de 15 años firmado el año pasado, antes del inicio de la guerra en la vecina Ucrania, Hungría recibe 4.500 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año a través de Bulgaria y Serbia en virtud de un acuerdo a largo plazo con Rusia.

En julio, el gobierno del primer ministro nacionalista Viktor Orban suprimió un tope de años en los precios de los servicios públicos para los hogares de mayor consumo, lo que, según Palkovics, contribuiría probablemente a un descenso del consumo minorista de gas.

Palkovics dijo que el gobierno revisaría la estrategia energética de Hungría en el primer trimestre de 2023, buscando frenar la dependencia del gas e impulsar la producción de electricidad apoyándose en la energía nuclear y solar, así como en un posible giro hacia los parques eólicos.

"El nivel de gas ruso, en igualdad de otras condiciones, puede llegar a cero en 2050", declaró Palkovics en una conferencia sobre energía organizada por la web de noticias financieras portfolio.hu.

Palkovics afirmó que los hogares, que utilizaron 4.000 millones de metros cúbicos de gas el año pasado, probablemente recortarán su consumo en al menos 800 millones de metros cúbicos tras la reducción de las subvenciones, y que las medidas gubernamentales para limitar el consumo supondrán un mayor ahorro.

Como primer paso, Hungría pretende reducir la cuota del gas en su consumo total de energía hasta el 26% en 2030 desde el 35% del año pasado, un descenso de unos 2,4 bcm, dijo Palkovics.

Dijo que la revisión del sistema energético húngaro, que incluye frenar el consumo de gas, aumentar la cuota de energías renovables y las capacidades de almacenamiento, costaría unos 24.000 millones de euros, 16.000 millones de los cuales procederían de fondos de la UE.