El ministerio no dio más detalles sobre los cambios políticos, pero Reuters ha informado de que India planea relajar algunas de sus engorrosas normas de importación-exportación y leyes medioambientales para ayudar a los fabricantes extranjeros a establecer centros de reparación en el país.

El programa de Subcontratación de Servicios de Reparación Electrónica (ERSO, por sus siglas en inglés), de tres meses de duración, es el primer intento formal de India de capitalizar una industria mundial de 100.000 millones de dólares y sigue el impulso de MAIT, un grupo industrial de fabricantes de TI y electrónica.

Además de la china Lenovo y de Flex, con sede en Singapur, fabricantes de productos electrónicos como CTDI, R-Logic y Aforeserve se han presentado voluntarios para el programa, según informó el ministerio en un comunicado.

Aunque la India está experimentando un creciente interés en la fabricación de productos electrónicos, con empresas como Apple abandonando la producción en China, su industria de subcontratación de reparaciones se ha visto asediada por ciertas normas de importación y exportación.

El gobierno indio probará cambios para reducir a un día el tiempo requerido para las aprobaciones necesarias para las importaciones y exportaciones, de hasta 10 días, según ha informado Reuters.

Los cuellos de botella en la India también incluyen un mandato sobre residuos electrónicos que prohíbe a las empresas deshacerse localmente de los productos no reparables, lo que aumenta sus costes logísticos al tener que enviarlos de vuelta.

El gobierno permitirá ahora el reciclaje del 5% de los productos importados a nivel nacional a modo de prueba, según informa Reuters.

En la fase piloto, India también permitirá la reexportación de los productos electrónicos importados a países distintos del original - actualmente está prohibida por las normas de comercio exterior.