Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que la tasa anual del IPC británico caería al 10,5% en diciembre, alejándose aún más del máximo de 41 años alcanzado en octubre (11,1%).

El IPC subyacente -que excluye la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco- se mantuvo sin cambios en el 6,3% en diciembre.

El Banco de Inglaterra pronosticó en noviembre que el IPC general descendería a alrededor del 5% a finales de 2023 al estabilizarse los precios de la energía, pero los responsables políticos han advertido de la continua presión al alza sobre la inflación derivada de un mercado laboral tenso y de otros factores.

Los mercados financieros esperan que el Banco de Inglaterra eleve su principal tipo de interés al 4% desde el 3,5% el 2 de febrero, cuando también publicará una actualización trimestral de sus previsiones de crecimiento e inflación.