JERUSALÉN, 28 oct (Reuters) -El primer ministro Benjamín Netanyahu declaró el sábado que las fuerzas israelíes habían iniciado la segunda fase de la guerra de Gaza al intensificar las operaciones terrestres contra los militantes de Hamás, prometiendo "destruir al enemigo por encima y por debajo de la tierra".

La población asediada de Gaza apenas tenía comunicación con el mundo exterior mientras los aviones israelíes lanzaban más bombas sobre el enclave palestino gobernado por Hamás y los jefes militares decían que se estaba preparando una ofensiva terrestre anunciada desde hacía tiempo.

En una rueda de prensa en Tel Aviv, Netanyahu advirtió a los israelíes que esperaban una campaña militar "larga y dura", pero no llegó a calificar las actuales incursiones terrestres israelíes de invasión a gran escala.

Reiteró el llamamiento de Israel a los civiles palestinos para que evacuen el norte de la Franja de Gaza, donde Israel está centrando su ataque, y prometió que no se escatimarán esfuerzos para rescatar a los más de 200 rehenes en manos de Hamás.

"Esta es la segunda fase de la guerra, cuyos objetivos son claros: destruir las capacidades de gobierno y militares de Hamás y traer a los rehenes a casa", dijo Netanyahu a los periodistas. "Estamos sólo al principio (...) Destruiremos al enemigo por encima y por debajo de la tierra".

Israel ha reforzado su bloqueo y bombardeado Gaza durante tres semanas después de que el grupo islamista Hamás mató a 1.400 israelíes en un asalto el 7 de octubre, en el día más mortífero de los 75 años de historia del país.

Los países occidentales han respaldado en general lo que consideran el derecho de Israel a la autodefensa, pero ha aumentado la preocupación internacional por el número de víctimas de los bombardeos y las peticiones de una pausa para permitir que la ayuda llegue a la población civil de Gaza.

Las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza, de 2,3 millones de habitantes, afirman que 7.650 palestinos han muerto en la campaña israelí para aniquilar a los militantes.

El presidente palestino, Mahmoud Abbas, cuya Autoridad Palestina gobierna partes de la Cisjordania ocupada, mientras que Hamás gobierna Gaza, declaró: "Nuestro pueblo de la Franja de Gaza se enfrenta a una guerra de genocidio y masacres cometidas por las fuerzas de ocupación israelíes a la vista de todo el mundo".

Con muchos edificios reducidos a escombros y refugios difíciles de encontrar, los gazatíes carecen de alimentos, agua, combustible y medicinas. Su situación empeoró el viernes por la noche, cuando se cortaron los servicios de teléfono e Internet, a lo que siguieron intensos bombardeos durante toda la noche.

"Que Dios ayude a quien esté bajo los escombros", dijo un periodista de Gaza, que pasó una noche aterradora en la escalera de un edificio viendo "franjas de fuego" mientras caían las bombas y las fuerzas israelíes parecían intercambiar disparos con combatientes palestinos.

Sin teléfonos móviles, nadie podía llamar a las ambulancias, y los servicios de emergencia estaban escasos de combustible de todos modos, dijo.

El portavoz militar jefe de Israel declinó decir si Israel estaba detrás del corte de las telecomunicaciones en Gaza, pero afirmó que haría lo necesario para proteger a sus fuerzas.

LAS TROPAS ISRAELÍES ATACAN LOS TÚNELES

Aunque no había indicios de una invasión masiva, Israel declaró que las tropas y los blindados enviados a Gaza el viernes por la noche seguían sobre el terreno, centrándose en las infraestructuras, incluida la extensa red de túneles construida por Hamás.

Al pedir a los gazatíes que se desplazaran hacia el sur, Israel dijo que Hamás se escondía bajo edificios civiles, especialmente en el norte. Los palestinos afirman que no hay ningún lugar seguro, ya que las bombas también destrozan viviendas en el sur del territorio densamente poblado.

"Una catástrofe humanitaria se está desarrollando ante nuestros ojos", declaró el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.

Varias agencias de ayuda mundial dijeron que no podían ponerse en contacto con su personal en Gaza. Pero un representante de los Comités Internacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Gaza, William Schomburg, consiguió emitir un mensaje de audio.

Schomburg dijo que los médicos estaban trabajando sin descanso mientras se enfrentaban también a tragedias personales. "Hablé con un médico que había perdido a su hermano y a su primo la noche anterior", dijo a la cadena BBC en un clip que el CICR publicó en X.

El empresario multimillonario Elon Musk ofreció la red de satélites Starlink de SpaceX para apoyar las comunicaciones en Gaza de "organizaciones de ayuda reconocidas internacionalmente", lo que llevó a Israel a decir que lucharía contra la medida.

"HAMAS la utilizará para actividades terroristas", escribió el ministro israelí de Comunicación, Shlomo Karhi, en la red social X. "Quizá Musk estaría dispuesto a condicionarla a la liberación de nuestros bebés, hijos, hijas y ancianos secuestrados, todos ellos! Para entonces, mi oficina cortará cualquier vínculo con Starlink".

Un video desde el lado israelí de la valla fuertemente fortificada mostraba explosiones en Gaza que levantaban nubes de humo entre una línea de edificios en ruinas.

Hamás dijo el sábado que había estado a punto de llegar a un acuerdo con Israel sobre los más de 200 rehenes que tiene en Gaza, pero que Israel lo había "paralizado".

El portavoz militar israelí rechazó las informaciones, afirmando que Hamás intentaba "cínicamente" influir en la opinión pública.

Netanyahu, que se reunió con las familias de los rehenes a primera hora del sábado, dijo que los contactos para garantizar su liberación continuarían incluso durante una ofensiva terrestre y que la presión militar sobre Hamás podría ayudar a traerlos de vuelta a casa. No dio más detalles.

Las negociaciones entre Israel y Hamás mediadas por Qatar para reducir la intensidad de los combates continuaron el sábado, pero a un ritmo mucho más lento que antes de la escalada del viernes en Gaza, según una fuente informada de las conversaciones.

Los esfuerzos de Qatar la semana pasada condujeron a la liberación de dos rehenes estadounidenses, una madre y su hija, y dos ancianas israelíes.

"BOMBA DE TIEMPO" REGIONAL

Aviones mataron al jefe del ala aérea de Hamás, Asem Abu Rakaba, figura clave en el ataque del 7 de octubre, según el ejército israelí.

Los aviones de guerra alcanzaron 150 objetivos subterráneos en el norte de Gaza, incluidos túneles, espacios de combate y otras infraestructuras de Hamás, y mataron a otros miembros del grupo, según el ejército israelí.

El brazo armado de Hamás, las brigadas Al Qassam, dijo que sus combatientes estaban luchando contra las tropas israelíes en la ciudad de Beit Hanoun, en el noreste de Gaza, y en la zona central de Al Bureij.

"Las brigadas Al-Qassam y todas las fuerzas de la resistencia palestina están plenamente preparadas para hacer frente a la agresión con toda su fuerza y frustrar las incursiones", afirmó.

Estados Unidos y otros países occidentales habían instado a Israel a abstenerse de una ofensiva terrestre por temor a un elevado número de víctimas palestinas y a la ampliación del conflicto.

Hamás cuenta con el respaldo de Irán, que también apoya a milicias en Líbano, Siria, Irak y Yemen. Las tropas estadounidenses han sido atacadas por grupos apoyados por Irán en Irak y Siria. Washington ha desplazado más recursos militares a la región.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo a los periodistas que Israel no tenía interés en ampliar la guerra más allá de Gaza, pero que está preparado en todos los frentes.

El ejército israelí informó de un nuevo tiroteo en la frontera con Líbano el sábado, el último de los enfrentamientos más graves en la frontera desde 2006.

La crisis congregó el sábado a cientos de miles de manifestantes propalestinos en ciudades de Europa, Oriente Medio y Asia.

"No se trata de Hamás. Se trata de proteger las vidas de los palestinos", declaró Camille Revuelta en Londres.

(Reporte de James Mackenzie, Nidal al-Mughrabi; reporte adicional de Riham Alkousaa, Omar Abdel-Razek, Ari Rabinovitch, Adam Makary, Ali Swafta, John Davison, Michelle Nichols, Yann Tessier, Baranjot Kaur y Rami Ayyub; Escrito por Philippa Fletcher, Andrew Cawthorne y Matt Spetalnick; Editado en Español por Ricardo Figueroa)