La fuente, que no quiso ser nombrada debido a lo delicado del asunto, dijo también que el gobierno habría necesitado el respaldo parlamentario para participar en cualquier acción militar, lo que habría imposibilitado una aprobación rápida.

Estados Unidos y Gran Bretaña atacaron múltiples objetivos en Yemen desde el aire y el mar, mientras que Holanda, Australia, Canadá y Bahréin proporcionaron apoyo logístico y de inteligencia, según han declarado funcionarios estadounidenses.

Los ataques nocturnos fueron una respuesta a los repetidos ataques de los Houthi contra la navegación en el Mar Rojo, una de las rutas comerciales más transitadas del mundo. El grupo, que cuenta con el respaldo de Irán, afirma que sus ataques eran una muestra de solidaridad con Hamás.

A principios de esta semana, el ministro italiano de Defensa, Guido Crosetto, declaró a Reuters que había que poner fin a los ataques de los Houthi sin desencadenar una nueva guerra en la región.

Estados Unidos y otros países lanzaron el mes pasado la operación "Guardián de la prosperidad" para proteger a los buques civiles en el concurrido Mar Rojo.

Italia anunció en diciembre que enviaría un buque de guerra a la zona tras las peticiones de apoyo de los armadores, pero no se sumó a la misión liderada por Estados Unidos, y otros aliados de la UE también parecieron distanciarse de la iniciativa.

Crosetto dijo que Italia habría necesitado la aprobación parlamentaria para su participación en una nueva misión naval internacional, lo que complicaría una eventual adhesión.