Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos de la mano de Jamie McGeever, columnista de mercados financieros.

La renta variable asiática se encamina el viernes a cerrar su mejor semana del año en máximos, después de que la última señal de que la inflación estadounidense se está ralentizando cimentara las esperanzas de que las subidas de tipos de la Reserva Federal están a punto de terminar y desencadenara un fuerte repunte en todos los mercados mundiales. Los inversores aplaudieron el menor aumento de la inflación a puerta de fábrica en Estados Unidos en casi tres años, un día después de que las cifras mostraran que la inflación de los precios al consumo en Estados Unidos se ralentizó por duodécimo mes consecutivo hasta su tasa anual más baja en más de dos años. Aunque el impacto retardado de 500 puntos básicos de subidas de tipos de la Fed desde marzo del año pasado aún no se ha dejado sentir del todo, el optimismo del "aterrizaje suave" que recorre los mercados en estos momentos está haciendo bajar el dólar y subir los precios de los activos.

El sentimiento alcista es tal que los indicadores económicos asiáticos del viernes -el PIB de Singapur, la producción industrial japonesa y la inflación de los precios al por mayor en la India- podrían no influir en los mercados aunque decepcionen.

En conjunto, la caída del valor del dólar y de los rendimientos de los bonos estadounidenses supone una potente relajación de las condiciones financieras para los mercados mundiales, en particular los emergentes.

El índice bursátil MSCI World subió más de un 1% el jueves hasta alcanzar su nivel más alto desde abril del año pasado. El S&P 500 y el Nasdaq también alcanzaron nuevos máximos de 15 meses, y el índice MSCI Asia ex-Japón saltó más de un 2%.

El índice más amplio de acciones de Asia y el Pacífico ha subido ahora un 5% esta semana, firmemente encaminado hacia su mejor semana desde noviembre. Curiosamente, ese es el alcance de sus ganancias en lo que va de año, lo que subraya hasta qué punto ha ido a la zaga de las principales bolsas estadounidenses, europeas y japonesas, en algunos casos por una distancia considerable.

Ello se ha debido en gran medida a un fuerte lastre procedente de China, que no ha tenido sus problemas que buscar: crecimiento lento, deflación y un "bucle catastrofista" que une un tipo de cambio depreciado y la venta generalizada en todos sus mercados financieros. Las últimas señales económicas de China del jueves no contribuyeron mucho a disipar el pesimismo. Las exportaciones se desplomaron un 12,4% en junio, su mayor caída en tres años, y las importaciones cayeron un 6,8%, ambas más que el mes anterior y más de lo que esperaban los analistas. Pero las acciones chinas subieron más de un 1%, impulsadas por otra señal de Pekín de que su represión del sector tecnológico ha terminado. El primer ministro Li Qiang se reunió el jueves con las principales empresas tecnológicas y les instó a hacer más para apoyar la economía. Mientras tanto, prosigue el diálogo de alto nivel entre funcionarios chinos y estadounidenses sobre una serie de temas, incluido el comercio, que puede rebajar el riesgo geopolítico un par de puntos.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el viernes:

- PIB de Singapur (2T) - Producción industrial de Japón (mayo) - Inflación IPM de la India (junio)