El proyecto de ley Stop Harboring Iranian Petroleum (SHIP), aprobado por 342 votos a favor y 69 en contra, impondría medidas a los puertos y refinerías extranjeros que procesen petróleo exportado desde Irán en violación de las sanciones estadounidenses.

Los legisladores estadounidenses están debatiendo varias leyes para presionar a Irán tras los atentados del 7 de octubre contra Israel perpetrados por Hamás, en los que murieron al menos 1.400 personas, en su mayoría civiles. Hamás cuenta desde hace tiempo con el apoyo de Irán, pero Teherán ha negado cualquier implicación en los ataques.

El proyecto de ley "envía un mensaje claro y contundente a los malos actores como China, Rusia y otros: no ayuden a Irán a evitar las sanciones y les ayuden en su financiación del terror, o aténganse a las consecuencias", dijeron en un comunicado los representantes Mike Lawler, republicano, y Jared Moskowitz, demócrata.

El proyecto debe ser aprobado por el Senado y firmado por el presidente Joe Biden antes de convertirse en ley. Un proyecto de ley complementario en el Senado está patrocinado por los senadores republicanos Marco Rubio y John Kennedy y por las senadoras demócratas Maggie Hassan y Jacky Rosen.

No está claro qué eficacia tendría la legislación si se convirtiera en ley. Aunque el Congreso puede aprobar leyes de sanciones, estas medidas suelen ir acompañadas de exenciones de seguridad nacional que permiten a los presidentes discrecionalidad en la aplicación de la ley. Y China podría seguir importando el petróleo a pesar de las nuevas sanciones.

A pesar de las sanciones estadounidenses al petróleo iraní por su programa nuclear, sus exportaciones de crudo se están disparando. Irán afirma que su programa nuclear tiene fines pacíficos.

Las exportaciones de crudo de Irán, de cerca de 1,5 millones de barriles diarios (bpd), se situaron en su nivel más alto en más de cuatro años, con más del 80% enviado a China, según mostraron en septiembre datos de las consultoras FGE y Vortexa.