El panel, exigido por el Congreso en virtud de una ley de 2020 para reformar el modo en que la FAA certifica los nuevos aviones, incluye al profesor del MIT e ingeniero aeroespacial Javier de Luis, cuya hermana murió en un accidente del MAX, así como a expertos de la NASA, la FAA, sindicatos, Airbus, Southwest Airlines, American Airlines, United Airlines, GE Aviation, FedEx Express y Pratt & Whitney.

El panel se reunirá en las próximas semanas y dispondrá de nueve meses para completar su revisión y emitir conclusiones y recomendaciones, según informó la FAA. El Congreso ordenó a la agencia que nombrara un panel antes de 2021, pero la FAA incumplió ese plazo.

Un informe del Comité de Transporte e Infraestructuras de la Cámara de Representantes de septiembre de 2020 dijo que los accidentes del MAX "fueron la horrible culminación de una serie de suposiciones técnicas defectuosas por parte de los ingenieros de Boeing, una falta de transparencia por parte de la dirección de Boeing y una supervisión manifiestamente insuficiente por parte de la FAA".

Boeing no hizo comentarios inmediatos el jueves, pero ha subrayado anteriormente que ha realizado reformas en su cultura de seguridad que han costado a la empresa miles de millones de dólares.

De Luis, profesor del Departamento de Ingeniería Aeronáutica y Astronáutica, dijo al Congreso en 2020 que "no se puede permitir que Boeing siga certificando sus propios diseños, especialmente los sistemas que afectan directamente a la seguridad de los vehículos, con poca o ninguna revisión externa".

El mes pasado, el Congreso votó a favor de levantar un plazo del 27 de diciembre que imponía una nueva norma de seguridad para las alertas modernas de cabina para dos nuevas versiones del avión 737 MAX que podría haber puesto en peligro la venta de esos nuevos modelos.

En septiembre, la FAA ultimó una política para proteger a los empleados del sector de la aviación que realizan tareas de certificación gubernamental de las interferencias de Boeing y otros.

En mayo, la FAA optó por renovar el programa de Autorización de Designación de Organización (ODA) de Boeing por tres años en lugar de los cinco que Boeing solicitaba.

La FAA sigue sometiendo a Boeing a una mayor supervisión, inspeccionando todos los nuevos Boeing 737 MAX y 787 antes de que puedan ser entregados.

En noviembre, la Oficina del Inspector General del Departamento de Transporte dijo que auditaría la supervisión del MAX por parte de la FAA.