La inflación británica se disparó el mes pasado hasta alcanzar su tasa anual más alta desde 1982, con una inflación de los precios al consumo que alcanzó el 9% en abril, lo que presiona a Sunak para que haga más por ayudar a los que tienen dificultades para pagar las crecientes facturas de alimentos, combustible y energía.

"Nuestro papel en el gobierno es reducir los costes para las familias. No puedo pretender que esto sea fácil", dirá Sunak en una cena de la Confederación de la Industria Británica, según extractos de su discurso publicados con antelación.

"No hay ninguna medida que pueda tomar ningún gobierno, ninguna ley que podamos aprobar, que pueda hacer desaparecer estas fuerzas globales de la noche a la mañana. Los próximos meses serán difíciles".

Sunak ha dicho previamente que quiere esperar a ver el alcance de una nueva subida de las tarifas eléctricas domésticas reguladas en otoño antes de decidir cuánto más apoyo necesitan los hogares.

En su discurso del miércoles, también reiterará una promesa hecha en marzo de recortar los impuestos a las empresas a finales de este año y animará a los empresarios a poner su granito de arena para aliviar el dolor económico de los hogares manteniendo el gasto en inversión e innovación.

"Necesitamos que inviertan más, formen más e innoven más. En el presupuesto de otoño recortaremos sus impuestos para animarles a hacer todas esas cosas", dirá.

"Ese es el camino hacia una mayor productividad, un mayor nivel de vida y un futuro más próspero y seguro".

El director general de la CBI, Tony Danker, acogió con satisfacción la voluntad de Sunak de ayudar a los hogares y de ofrecer incentivos a la inversión empresarial, pero dijo que la necesidad de apoyo era inmediata.

"Hay una ventana ahora en la que las empresas están decidiendo si se mantienen o se tuercen en sus planes de gasto, así que no todo puede esperar hasta el otoño", dijo. "El cumplimiento inmediato de los compromisos existentes puede ayudar a proteger la confianza de las empresas".