Borrell habló tras las conversaciones mantenidas en Bruselas con el primer ministro kosovar, Albin Kurti, y el presidente serbio, Aleksandar Vucic, sobre el plan, que se acordó a principios de año pero pronto se estancó.

"Hoy no ha sido posible salvar las diferencias", declaró Borrell tras la reunión.

Dijo que Kurti "no estaba dispuesto a avanzar" en la creación de una asociación de municipios de mayoría serbia, que les daría más autonomía y a la que Pristina se comprometió durante un diálogo con Belgrado patrocinado por la UE que duró 10 años.

Los albaneses étnicos constituyen más del 90% de la población de Kosovo, y los serbios sólo son mayoría en su región septentrional, donde está prevista la asociación de municipios mayoritarios.

Las tensiones entre ambas partes se dispararon en mayo, cuando más de 90 soldados de la OTAN encargados del mantenimiento de la paz y unos 50 manifestantes serbios resultaron heridos en disturbios en el norte de Kosovo.

Los enfrentamientos estallaron después de que alcaldes de etnia albanesa tomaran posesión de sus cargos en el norte, con el respaldo de las unidades especiales de la policía kosovar, tras unas elecciones locales en las que la participación fue de sólo el 3,5% debido al boicot de los serbios.

Borrell dijo que Kurti había insistido en que el primer paso para aplicar el plan debía ser "formalizar el reconocimiento de facto" de Kosovo, que declaró su independencia de Serbia en 2008 pero que Belgrado sigue considerando su provincia.

Borrell dijo que había propuesto a Kurti y Vucic que los dos pasos -el lanzamiento de una asociación de municipios y el reconocimiento de facto de Kosovo- se dieran "en paralelo". Vucic había aceptado la propuesta, pero Kurti la rechazó, dijo Borrell a los periodistas.

Advirtió de que el estancamiento afectaba a las aspiraciones de los vecinos balcánicos de acercarse a la UE y unirse algún día al bloque.

"Sin normalización no habrá futuro europeo ni para Kosovo ni para Serbia", afirmó.

Kurti acusó a la UE de parcialidad, afirmando que el bloque había adoptado la postura de Serbia como propia.

"Las condiciones de Serbia se han convertido en la posición del mediador europeo (Miroslav) Lajcak, y para avanzar hay que superar esto", dijo Kurti a los periodistas.

Los serbios del norte de Kosovo no aceptan la declaración de independencia de Serbia de 2008, que se produjo casi una década después de un levantamiento contra el régimen represivo serbio, y siguen considerando Belgrado como su capital.

Vucic dijo a los periodistas que las conversaciones tendrán que continuar.

"Tendremos que hablar y encontrar el camino a seguir", dijo.