En una carta a los líderes de la Unión Europea reunidos en Bruselas para una cumbre el jueves, von der Leyen dijo que el bloque debería estudiar la posibilidad de simplificar temporalmente las normas sobre ayudas estatales a las energías renovables, la descarbonización de los procesos industriales y la tecnología limpia.

"Estos cambios podrían aplicarse a principios de 2023", dijo.

La Comisión está consultando a los miembros de la UE al respecto.

La jefa de Competencia de la UE, Margrethe Vestager, advirtió el miércoles al Parlamento Europeo de que las ayudas públicas no pueden "hacerlo todo".

"Las ayudas públicas pueden ser una solución a corto plazo para los retos actuales, pero para ser competitivos en la escena mundial debemos esforzarnos más por eliminar las barreras del mercado único, barreras que desgraciadamente siguen existiendo", afirmó.

Von der Leyen dijo que existían claros riesgos de que la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense "desnivelara" el terreno de juego.

La IRA concede créditos fiscales a los consumidores que compren vehículos eléctricos y otros productos ecológicos siempre que estén fabricados o procesados en Estados Unidos o en países con los que tenga acuerdos de libre comercio. Esto podría incluir el contenido mineral de las baterías.

La jefa del Ejecutivo comunitario dijo que Bruselas estaba buscando una solución en las conversaciones con Washington, y señaló que una opción podría ser crear un "club" de materias primas para superar el monopolio chino en este ámbito.

Von der Leyen afirmó que Europa necesita más inversión pública para acelerar la transición ecológica, para lo que se requiere financiación complementaria de la UE, dado que no todos los miembros de la UE disponen de espacio presupuestario para grandes aumentos de las ayudas estatales.

Dijo que presentaría propuestas concretas en verano sobre la idea de crear un Fondo Europeo de Soberanía para ayudar a Europa a convertirse en líder mundial en tecnologías limpias.

Por último, von der Leyen dijo que la UE tenía que intensificar su despliegue de energías renovables, entre otras cosas acelerando el proceso de concesión de permisos.