Francia e Italia han estado presionando para que la UE pida conjuntamente más dinero prestado, además de los 800.000 millones de euros (879.520 millones de dólares) ya acordados para el fondo de recuperación post-pandemia, para hacer frente a un fuerte aumento del gasto en defensa y para reducir la fuerte dependencia energética de Europa respecto a Rusia.

"Propuestas de este tipo fueron presentadas en las últimas semanas por algunos líderes europeos", dijo Gentiloni, hablando por videoconferencia en un seminario organizado por la Universidad de Oxford.

Alemania, los Países Bajos, Austria y otros países se oponen ahora a estos nuevos préstamos, argumentando que el impacto económico de la guerra en Ucrania aún no está claro y que del fondo de recuperación de 800.000 millones sólo se han desembolsado hasta ahora 74.000 millones de euros.

El fondo de 800.000 millones se creó el año pasado para evitar que se produjeran fuertes divergencias en el desarrollo económico entre los países de la zona euro como consecuencia de la pandemia, ya que los gobiernos ya muy endeudados no podrían pedir tantos préstamos para financiar una recuperación económica como los que tenían una deuda baja.

Francia sostiene que la guerra de Ucrania, al igual que la pandemia, es un choque exógeno que afectará a los países de la UE de forma diferente, lo que de nuevo crea el riesgo de exacerbar las divergencias económicas.

"¿La preocupación por el aumento de las diferencias entre los Estados miembros, especialmente en la zona del euro, hará que se vuelva a tomar una decisión sobre una herramienta común? Es demasiado pronto para estar seguro", dijo Gentiloni.

"Creo que la verdadera discusión tendrá lugar dentro de unas semanas, cuando tengamos una visión más clara del impacto económico de esta crisis. Pero creo que no podemos quitar esto de la mesa", dijo.

La Comisión Europea debe presentar en mayo nuevas previsiones económicas para el bloque de 27 países que servirán de base para ese debate.

Pero Gentiloni dijo que la magnitud de las nuevas necesidades de inversión creadas por la guerra en Ucrania probablemente tendrá un impacto en las normas fiscales de la UE -que ahora se están revisando-, así como el potencial de nuevos fondos de la UE para ese fin.

"Impulsar nuestras capacidades de defensa requerirá importantes inversiones en nuestra base industrial y tecnológica", dijo.

"Financiarlas requerirá un marco de normas fiscales más favorable y potencialmente nuevas herramientas a nivel europeo", dijo Gentiloni.

(1 dólar = 0,9096 euros)