Los países de la Unión Europea se fijaron en 2022 el objetivo voluntario de reducir su consumo de gas en un 15% durante los meses de invierno, una de las numerosas medidas de emergencia aprobadas después de que Rusia recortara drásticamente los suministros de gas a Europa, desencadenando una crisis de escasez de suministro y precios récord.

La Comisión Europea recomendó el martes a los países que sigan frenando el consumo de gas en un 15% respecto al consumo medio durante el periodo 2017-2022.

Sin embargo, eliminó una opción, acordada en 2022, que podría haber hecho obligatorio el recorte del 15% de gas en una crisis de suministro.

Los diplomáticos de la UE dijeron que algunos países consideraban que la política ya no era necesaria, puesto que el punto álgido de la crisis energética europea ha pasado, y los países europeos han recortado sistemáticamente su demanda de gas desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

Pero afirmaron que pocos se oponían rotundamente a la recomendación y que era probable que los ministros de Energía de los países de la UE la aceptaran en una reunión el mes que viene.

La Comisión afirmó que la situación del suministro energético en Europa había mejorado significativamente, ya que los países han sustituido los suministros rusos por energías renovables y gas de otros proveedores.

Pero la estrechez de los mercados mundiales de gas y el objetivo de la UE de abandonar por completo los combustibles fósiles rusos obligaban a seguir ahorrando energía, afirmó.

El precio del gas en Europa ha caído este mes a mínimos de casi tres años. Los países de la UE están saliendo de este invierno con las cavernas de almacenamiento de gas inusualmente llenas, en torno al 64% de su capacidad, según muestran los datos de Gas Infrastructure Europe.

El consumo de gas de los países de la UE cayó un 18% en el periodo comprendido entre agosto de 2022, cuando los precios del gas alcanzaron máximos históricos, y diciembre de 2023, a partir de los niveles normales, según la Comisión Europea.

"Las reducciones de la demanda de gas no están impulsadas, por supuesto, por el objetivo en sí, sino por una mezcla de factores", dijo Simone Tagliapietra, miembro senior del think-tank Bruegel.

Entre los factores que han frenado el uso de gas en Europa se encuentran la reducción de la actividad industrial, las suaves temperaturas invernales y el aumento de la generación a partir de energías renovables, añadió.