Las nuevas normas de la Unión Europea que prohibirán los productos fabricados con mano de obra forzada han aumentado las perspectivas de cerrar un acuerdo sobre minerales críticos con Estados Unidos, según declaró el viernes el jefe de comercio de la UE, Valdis Dombrovskis.

Bruselas se ha mostrado muy interesada en lograr un acuerdo con Washington que permita que los minerales críticos extraídos o procesados en Europa puedan acogerse a las exenciones fiscales estadounidenses para vehículos limpios previstas en la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).

Estados Unidos y la UE no lograron cerrar un acuerdo en el Consejo de Comercio y Tecnología de dos días que concluyó el viernes.

Una cuestión clave que retrasa la consecución de un acuerdo es la de los compromisos en materia de normas laborales, incluido el deseo de Estados Unidos de poder inspeccionar centros concretos para asegurarse de que se cumplen.

Dombrovskis afirmó que las dos partes estaban avanzando en las negociaciones y que era factible que se cerrara un acuerdo este año, con la UE y Estados Unidos firmemente alineados en materia de derechos laborales y eliminación del trabajo forzado.

"La nueva legislación de la UE sobre la eliminación del trabajo forzoso nos está proporcionando también algunas nuevas aperturas a este respecto. La cuestión es básicamente cómo hacer que encaje en nuestros dos ordenamientos jurídicos", dijo.

La UE tiene previsto aplicar este año su ley sobre el trabajo forzoso.

La Comisión Europea dirigirá las investigaciones sobre presunto trabajo forzoso fuera de la UE. Las autoridades nacionales investigarán las posibles infracciones en sus propios países. Los productos se retirarán si se confirman las acusaciones.

El acuerdo sobre minerales, que probablemente abarcará el cobalto, el grafito, el litio, el manganeso y el níquel - fundamentales para que las economías sean más digitales y ecológicas - podría no ser enorme en términos monetarios, dado que la UE no cuenta con una minería ni un procesamiento extensivos.

Sin embargo, un funcionario de la UE dijo que seguía siendo importante, ya que vería a la UE tratada más como Canadá y México en términos de cadenas de suministro.

"Se trata de nuestro estatus. Proporciona una señal a la industria", dijo el funcionario. (Reportaje de Philip Blenkinsop; Edición de Emelia Sithole-Matarise)