La actividad manufacturera de China se expandió al ritmo más rápido en 14 meses en abril, impulsada por un sólido repunte de los nuevos pedidos de exportación, según mostró el martes una encuesta privada, una señal alentadora para una economía que sigue luchando por montar una recuperación robusta.

El PMI manufacturero Caixin/S&P Global subió a 51,4 en abril desde los 51,1 del mes anterior, marcando el ritmo más rápido desde febrero de 2023 y por encima de las previsiones de los analistas de 51,0. La marca de 50 puntos separa el crecimiento de la contracción.

La lectura se hizo eco del sólido crecimiento del PIB del primer trimestre, aunque otros indicadores de marzo han apuntado a una demanda interna aún débil y a una debilidad prolongada en el sector inmobiliario.

Datos como los beneficios industriales, las ventas minoristas y las ventas inmobiliarias sugieren que China podría tener dificultades para cumplir su objetivo de crecimiento del PIB de alrededor del 5,0% para 2024, una meta que los analistas han calificado de ambiciosa.

La expansión de la producción de los fabricantes y de los nuevos pedidos se aceleró el mes pasado, según mostró la encuesta PMI. Los nuevos pedidos de exportación proporcionaron un punto brillante, ya que crecieron al ritmo más rápido en casi tres años y medio.

"Los bienes de inversión superaron tanto a los bienes de consumo como a los intermedios en términos de oferta y demanda dentro y fuera del país", declaró Wang Zhe, economista jefe de Caixin Insight Group.

El indicador de los costes de los insumos alcanzó un máximo de seis meses, debido al aumento de los precios de las materias primas como los metales y el crudo, y las empresas manufactureras redujeron los precios de venta para impulsar los pedidos, lo que mermó sus beneficios.

La confianza empresarial sigue siendo positiva, pero se suavizó respecto a marzo, debido a la preocupación por la subida de los costes y el aumento de la competencia.

Las empresas se mostraron cautelosas a la hora de contratar empleados, y el subíndice correspondiente ha permanecido negativo desde agosto del año pasado, según mostró la encuesta.

Los niveles de empleo cayeron por octavo mes consecutivo en abril entre dimisiones y despidos debidos a los esfuerzos de reestructuración, según la encuesta, lo que subraya las tensiones de margen a las que siguen enfrentándose las empresas.

"La debilidad de las expectativas sigue siendo uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta el desarrollo económico, lo que provoca una creciente presión sobre el empleo y un mayor riesgo de deflación", afirmó Wang.

Los beneficios de las empresas industriales chinas cayeron en marzo y ralentizaron las ganancias del trimestre en comparación con los dos primeros meses, según mostraron el sábado datos oficiales.

Fitch recortó el mes pasado a negativa su perspectiva sobre la calificación crediticia soberana de China, citando los riesgos para las finanzas públicas, ya que la economía se enfrenta a una creciente incertidumbre en su cambio hacia nuevos modelos de crecimiento.