Aunque la crisis energética de Europa Occidental, que comenzó en 2021 y se agravó tras la invasión rusa de Ucrania el año pasado, ya ha pasado su punto álgido, sigue afectando a la producción de aluminio, que consume mucha energía. La producción en Europa Occidental cayó un 12,5% en 2022.

"Speira decidió reducir totalmente las operaciones de fundición en Rheinwerk", dijo la compañía en un comunicado, añadiendo que invertirá 30 millones de euros (32 millones de dólares) para aumentar la capacidad de reciclaje en la planta de Rheinwerk.

Speira, que redujo la producción de aluminio en la planta en un 50% en octubre debido a los altos precios de la energía, dijo que su decisión de cerrar las 70.000 toneladas restantes de producción de aluminio líquido en Rheinwerk en la segunda mitad de 2023 la transformará en una empresa de laminación y reciclaje de aluminio.

La decisión afectará a unos 300 trabajadores, pero Speira dijo que los clientes no se verán afectados, ya que pretende cumplir los contratos sustituyendo la producción perdida con suministros externos de metal.

Los costes de producción siguen siendo elevados para muchas fundiciones europeas, mientras que los precios del aluminio en la Bolsa de Metales de Londres han caído un 37% desde que alcanzaron su máximo hace un año.

Los precios se desplomaron después de que las preocupaciones del mercado sobre posibles sanciones al metal ruso no se materializaran y el levantamiento de las estrictas restricciones COVID-19 en China aún no han revitalizado el consumo en ese país.

(1 dólar = 0,9471 euros)