KINGSTOWN, 16 jun (Reuters) - La ayuda humanitaria a Haití deberá tener en cuenta la influencia de las bandas fuertemente armadas que controlan amplias zonas del país, declaró el presidente de un bloque regional antes de las conversaciones previstas con la Unión Europea el mes próximo.

"Si alguien quiere prestar ayuda humanitaria a Haití, tendrá que entenderse con las bandas" dijo Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas y actual presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en una entrevista.

No dio más detalles sobre cómo habría que proceder con las bandas.

Gonsalves viajará a Bruselas para asistir a una cumbre UE-CELAC los días 17 y 18 de julio, en la que se espera que se aborde la volátil situación de seguridad en Haití, donde poderosas bandas están impulsando una crisis que ha desplazado a más de 160.000 personas, según cálculos de Naciones Unidas.

Entre las personas que han huido de la violencia se encuentran activistas locales, mientras que organizaciones de ayuda internacional como Médicos Sin Fronteras han cerrado sus operaciones alegando que no pueden garantizar la seguridad de sus pacientes o de su personal.

"Hay líderes de bandas que también son operativos políticos, que controlan comunidades importantes", dijo Gonsalves, advirtiendo que "hay que tener cuidado de no comprometerse con las bandas en Haití y proporcionarles cierta legitimidad".

Gonsalves afirmó que es probable que personas vinculadas a las bandas estuvieran presentes en las conversaciones mantenidas esta semana en Jamaica entre representantes de la sociedad civil haitiana y del Gobierno, en las que el primer ministro Ariel Henry se comprometió a ampliar el consejo de transición del país para que el Gobierno sea más integrador.

Desde octubre, Henry ha pedido una fuerza internacional para ayudar a la policía a restablecer la seguridad y establecer las condiciones para las tan esperadas elecciones, pero ningún país se ha ofrecido a liderar dicha fuerza.

Mientras tanto, según Gonsalves, la emigración haitiana amenaza la seguridad de los países caribeños vecinos.

(Reporte de Robertson Henry en Kingstown; Escrito por Sarah Morland; Editado en español por Aida Peláez-Fernández)