El Índice de Sentimiento Económico (ISE) de la Comisión Europea subió a 99,9 este mes, por encima del 97,1 revisado al alza de diciembre, el valor más alto del índice desde junio de 2022.

El aumento del optimismo subraya las expectativas de que la desaceleración económica prevista en los 20 países que comparten el euro, si es que la hay, será probablemente poco profunda, a pesar de la crisis de los precios de la energía y del coste de la vida y de la guerra en Ucrania.

La encuesta mensual de la Comisión mostró que las expectativas de inflación entre los consumidores cayeron hasta el 17,7 en enero desde el 23,2 de diciembre, muy por debajo de la media a largo plazo del 20,0, una tendencia que probablemente complacerá al Banco Central Europeo, que ha estado subiendo los tipos de interés bruscamente para frenar la creciente inflación.

Las expectativas de precios de venta entre los fabricantes también cayeron bruscamente hasta el 31,9 en enero desde el 37,8 de diciembre, en una señal de que las presiones inflacionistas a principios de año también estaban retrocediendo.

La Comisión señaló que el optimismo en la industria subió a 1,3 desde -0,6 en diciembre y en los servicios a 10,7 desde 7,7. El ánimo entre los consumidores mejoró hasta -20,9 en enero desde -22,1 y en el sector minorista hasta -0,8 desde -2,7.