En circunstancias normales, habría habido unas 50 personas en esa ala del hospital, pero el personal las alejó unos 20 minutos antes de que estallara la bomba.

"La crueldad rusa es tan brutal", dijo a Reuters un médico del hospital psiquiátrico, Anatolii Pavlov, con lágrimas en los ojos. "No es una forma humana de tratar a la gente, es antipático, estoy sin palabras".

Los militares ucranianos advirtieron a la opinión pública de más bombardeos rusos indiscriminados contra infraestructuras críticas y el gobierno hizo un llamamiento a Rusia para que permitiera la entrada de suministros humanitarios en la asediada Mariupol y dejara salir a los civiles desesperados.

Las tropas rusas no han logrado capturar ninguna ciudad ucraniana importante tras más de cuatro semanas de invasión, y cada vez recurren más a la destrucción masiva de zonas residenciales con ataques aéreos, misiles de largo alcance y artillería.

Rusia, que califica sus acciones en Ucrania de "operación especial", niega haber atacado a los civiles.