Veamos las cifras desde principios de año: +51% para el Nasdaq, +22% para el S&P 500, +17% para el CAC40, +12% para el Dow Jones, +23.11% para el IBEX35 español, +27,26% para el FTSE MIB italiano, +21% para el Dax alemán y +14.41% para el AEX de Ámsterdam.

Por un momento, casi podríamos olvidar que 2023 estuvo marcado sobre todo por una inflación no vista en décadas, subidas récord de tipos, una situación geopolítica endiabladamente tensa y un telón de fondo de fenómenos meteorológicos extremos. Y con Jerome Powell, el guardián del recalentamiento, llamando a la prudencia.

Parece que en todo el barullo sobre el mercado bursátil, los inversores sólo han oído las siguientes palabras: IA, aterrizaje suave, alunizaje a bombo y platillo, y posibles bajadas de tipos. Así que aquí tenemos a los toros galvanizados por su propia euforia, qué optimismo insolente.

¿Será 2024 tan amable con los toros? En cualquier caso, los mercados tendrán mucho que comer. Las elecciones estadounidenses, los Juegos Olímpicos, los recortes de los tipos de interés (por supuesto), la continuación de los conflictos, una posible sorpresa en Argentina y quizás incluso una mejora de la economía china podrían definir el rumbo de las bolsas.

Dibujo de Amandine Victor