El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, recibirá a su homólogo estadounidense, Joe Biden, y al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para mantener conversaciones en Ciudad de México del lunes al miércoles, la primera cumbre entre los tres desde finales de 2021.

"Una reunión como ésta es para que sigamos avanzando en la integración económica", dijo López Obrador esta semana.

Aún así, México sigue inmerso en una disputa energética con Estados Unidos y Canadá, que argumentan que sus empresas se han visto perjudicadas por la campaña de López Obrador para dar el control del mercado a sus empresas energéticas estatales, que tienen problemas de liquidez.

López Obrador, un izquierdista combativo, afirma que su política es una cuestión de soberanía nacional, alegando que los gobiernos anteriores sesgaron el mercado energético para favorecer los intereses privados.

Washington y Ottawa creen que sus acciones incumplen el acuerdo comercial Estados Unidos-México-Canadá (USMCA), y han iniciado procedimientos de resolución de disputas contra México, agriando el ambiente de cooperación en materia de empleo e inversión.

Trudeau dijo a Reuters el viernes que defendería que la resolución de la disputa energética ayudaría a atraer más inversión extranjera a México, y se mostró confiado en lograr avances.

Otros argumentan que el tiempo de la negociación ha terminado.

Aindriu Colgan, director de política fiscal y comercial del Instituto Americano del Petróleo -entre cuyos miembros figuran ExxonMobil y Chevron- dijo que era hora de convocar un panel de controversia porque "México está violando descaradamente el USMCA".

Antes de la cumbre, los funcionarios han subrayado públicamente los intereses económicos compartidos de América del Norte, mientras que en privado han moderado las perspectivas de un gran avance en la disputa energética.

"Harán todo lo posible para que parezca una reunión feliz", dijo Andrés Rozental, ex vicecanciller mexicano. "Mientras López Obrador mantenga a los migrantes fuera de la zona fronteriza, Biden estará contento".

DESAIRES, FENTANILO, INMIGRACIÓN

Desde que la pandemia del COVID-19 trastornó las cadenas de suministro, los responsables políticos han intensificado los llamamientos a las empresas para que deslocalicen sus negocios desde Asia con el fin de hacer más resistente la economía de la región.

Como parte de ese impulso, López Obrador, que en junio desairó la invitación de Biden a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles en protesta por su exclusión de los líderes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, quiere discutir su plan para impulsar la energía solar en el norte de México y conseguir apoyo financiero estadounidense para ello.

Los ayudantes de Biden dicen que esperan un tono positivo en la reunión después de que esta semana se anunciara un nuevo plan migratorio y de que México capturara a un prominente jefe de un cártel.

Ovidio Guzmán, hijo del capo encarcelado Joaquín "El Chapo" Guzmán, es uno de los líderes del cártel de Sinaloa, una banda a la que se culpa de ayudar a alimentar un aumento de las sobredosis mortales de fentanilo, un opiáceo sintético, en Estados Unidos.

El gobierno estadounidense dijo que detener los flujos de fentanilo sería una parte importante de las conversaciones sobre la lucha contra los cárteles de la droga. También se discutirían las cadenas de suministro, el cambio climático y la inmigración.

Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, dijo que cualquier tensión por el desaire de López Obrador en junio se había disipado y que los dos presidentes estaban en una mejor posición para trabajar juntos.

El gobierno de México ha instado repetidamente a Estados Unidos a destinar fondos a Centroamérica y al sur de México para impulsar el desarrollo y frenar la marcha hacia el norte de los migrantes de lo que durante mucho tiempo ha sido una de las regiones más pobres del continente.

También ha instado a Washington a que facilite a los migrantes la obtención de empleos en Estados Unidos. Un funcionario mexicano dijo que el acuerdo desvelado el jueves que amplía las expulsiones fronterizas haría eso debido a un quid pro quo que contenía sobre la facilitación de la entrada de migrantes por vía aérea.

Recientemente, México también ha levantado ampollas en Estados Unidos con un plan para prohibir las importaciones de maíz modificado genéticamente. Aunque el gobierno de López Obrador aceptó retrasar la prohibición hasta 2025, el tema se discutiría, dijo.