La flexibilización de las restricciones en las "regiones de COVID-zero", como China, causará cerca de 2 millones de muertes en un año.

Eso es lo que dicen los investigadores chinos.

El estudio se ha realizado en un momento en que las restricciones de "COVID-cero" de China han sido objeto de un creciente escrutinio mientras acoge los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín.

China es la única economía importante que mantiene una política de "cero-COVID", a pesar de las advertencias de que podría perjudicar el crecimiento.

Otras, como Singapur, Australia y Nueva Zelanda, han abandonado la estrategia en favor de lo que los responsables políticos llaman "aprender a vivir con el COVID".

Los investigadores utilizaron estudios de Chile y Gran Bretaña para calcular la "eficacia de base" de las vacunas actuales.

Estimaron que incluso con una tasa de vacunación global del 95%, si la movilidad de la población se restablece a los niveles de 2019, en todas las regiones con COVID cero se producirían más de 234 millones de infecciones en un año, incluyendo 64 millones de casos sintomáticos y 2 millones de muertes.

Los investigadores añadieron que la clave para controlar el virus es desarrollar vacunas que sean mejores para prevenir la infección.

Jaya Dantas, profesora de salud internacional en Australia, dijo que en todo el mundo se ha avanzado y que el documento era, cito, "muy pesimista".

Añadió que el estudio es, cito, "un documento interno... que podría querer apoyar la política del gobierno".

Hong Kong está siguiendo la estrategia del continente.

El centro financiero mundial informó de un récord de 614 nuevos casos de COVID-19 el lunes (7 de febrero), según las autoridades sanitarias.

La antigua colonia británica y centro financiero mundial se ha convertido en una de las ciudades más aisladas del mundo.

Las restricciones han provocado la escasez y el aumento de los costes de los alimentos extranjeros importados.

Los residentes abarrotaron el lunes (7 de febrero) los supermercados y los mercados de alimentos de los barrios para abastecerse de alimentos y productos de primera necesidad, ya que el transporte está interrumpido en la frontera con la China continental.

Los expertos en salud afirmaron que la estrategia actual de la ciudad de aislarse mientras el resto del mundo pasa a convivir con el coronavirus, no es sostenible.