Los fundadores de Swoove afirman que, como empezó en tiempos difíciles, la empresa está bien situada para capear las consecuencias económicas de la pandemia del COVID-19 y los efectos del conflicto en Ucrania.

"Las empresas que puedan sobrevivir en este marco temporal concreto lo harán aún mejor cuando los tiempos mejoren", afirmó Kwaku Tabiri sobre Swoove, que realiza más de 5.000 entregas a la semana.

Swoove fue uno de los cinco finalistas de Sudáfrica, Kenia, Nigeria, Senegal y Ghana seleccionados de entre un grupo de más de 500 solicitantes en el concurso anual MEST Africa Challenge, celebrado la semana pasada, que ofrece un gran premio de 50.000 dólares en financiación.

Fue la primera competición presencial en el campus de Accra, al estilo de Silicon Valley, del programa de formación de emprendedores tecnológicos y fondo semilla para toda África desde que la pandemia de coronavirus obligó a ponerlo en marcha en 2020.

Los finalistas de este año desarrollaron sus negocios en una recesión que ha afectado de forma desproporcionada a los mercados emergentes, lo que ha hecho que su camino hacia el éxito sea mucho más difícil, dijo la directora de cartera de MEST, Melissa Nsiah.

"Es como entrar en una tienda de oro y comprar una pulsera bonita, frente a tener que extraer y refinar realmente el oro y diseñar la pieza antes de poder presentársela al cliente", dijo Nsiah. "Es una hazaña enorme".

La ganadora del concurso fue la plataforma senegalesa de comercio electrónico Kwely, centrada en productos fabricados en África. Los cinco finalistas recibirán asesoramiento del MEST durante toda la vida de las empresas.

Aunque Swoove no ganó, Tabiri se tranquilizó ante las perspectivas de la innovación africana.

"Vamos a ver surgir muchas startups que realmente van a resolver nuestros problemas, y ahora tienen el dinero para hacerlo", afirmó.