El decreto suspende hasta nuevo aviso todas las actividades de los partidos políticos y de las "asociaciones de carácter político" por motivos de mantenimiento del orden público, según el comunicado.

Mali se encuentra bajo gobierno militar desde agosto de 2020, el primero de los ocho golpes de Estado que se han producido en África Occidental y Central en cuatro años, incluidos los de sus vecinos Burkina Faso y Níger.

La actual junta de Mali tomó el poder en un segundo golpe en 2021 y más tarde prometió restaurar el gobierno civil para el 26 de marzo de 2024 tras las elecciones de febrero de este año.

Sin embargo, la junta dijo en septiembre del año pasado que pospondría indefinidamente las elecciones de febrero por razones técnicas, lo que provocó la indignación de los grupos políticos.

Muchos volvieron a reaccionar después de que el plazo para la transición pasara el mes pasado sin que se votara, y algunos de los principales partidos políticos y grupos de la sociedad civil de Malí pidieron el 31 de marzo que se fijara un plazo para las elecciones.

"Utilizaremos todas las vías legales y legítimas para el retorno del orden constitucional normal en nuestro país", afirmaron en una declaración conjunta que contaba con más de 20 firmantes, entre ellos una importante coalición de la oposición y el partido del derrocado ex presidente.

Los gobernantes militares de Malí ya incumplieron una primera promesa de celebrar elecciones en febrero de 2022.