25 mar (Reuters) - Myanmar planea celebrar elecciones si hay paz y estabilidad en el país, pero es posible que no pueda celebrarlas en todo el territorio nacional, dijo su general de más alto rango, en un momento en que la junta militar lucha por contener una rebelión en múltiples frentes.

El jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, dijo a la agencia de noticias rusa Tass que los militares, en el poder desde el golpe de Estado de hace tres años, siguen planeando devolver el país a un régimen democrático, según la transcripción de una entrevista difundida por los medios de comunicación estatales de Myanmar.

Los generales se enfrentan a su mayor desafío desde que tomaron el poder en la antigua colonia británica en 1962, con un levantamiento prodemocrático liderado por jóvenes que se ha convertido en un movimiento de resistencia armada tras la represión letal de una oleada de protestas.

El ejército ha estado librando un resurgimiento de algunas de sus batallas más antiguas con ejércitos de minorías étnicas en el norte y el este de Myanmar y ha sido acusado por los opositores de cometer atrocidades sistemáticas, que este niega.

"Si el estado es pacífico y estable, tenemos un plan para celebrar las elecciones en las secciones pertinentes en la medida de lo posible, aunque no se celebren en todo el país de acuerdo con la ley", dijo Min Aung Hlaing.

La junta ha prorrogado repetidamente el estado de emergencia cada seis meses, alegando la necesidad de estabilizar el país y aplastar a sus oponentes, a los que califica de terroristas.

Ha desplegado artillería pesada y aviones de combate para intentar reprimir a las milicias aliadas con un gobierno en la sombra y a los insurgentes de las minorías étnicas, con más de 2,3 millones de personas desplazadas desde los disturbios tras el golpe, según Naciones Unidas.

Los críticos y los países occidentales han afirmado que las elecciones de Myanmar serían una farsa, con más de 40 partidos disueltos desde el golpe y normas prohibitivas que dificultan la formación de otros nuevos que desafíen a los apoderados de los militares.

Tailandia inició el lunes la entrega de ayuda a Myanmar, en una iniciativa humanitaria que pretende allanar el camino a las conversaciones entre los bandos enfrentados tras tres años de inestabilidad y violencia desencadenadas por el golpe de Estado.

El proyecto forma parte de una iniciativa de paz más amplia de Tailandia para establecer un corredor humanitario, respaldada por los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

El plan de paz de cinco puntos de la ASEAN, que se acordó en abril de 2021, aún no ha avanzado, con frustración en el bloque por la falta de compromiso de la junta y su uso de ataques aéreos y artillería en zonas civiles.

El compromiso incluye el acceso de la ayuda humanitaria, el cese de los combates y el diálogo, que los generales se han negado a mantener hasta ahora. Tailandia confía en poder desempeñar un papel en la reducción de los combates y el fomento de las conversaciones.

(Reportaje de Reuters; redactado por Martin Petty y Miral Fahmy; editado en español por Mireia Merino)