Los inversores esperan que la ralentización de la economía británica ponga fin pronto al ciclo de endurecimiento del Banco de Inglaterra, en un movimiento que podría debilitar la libra a corto plazo.

La actividad económica del sector privado británico cayó en enero a su ritmo más rápido en dos años, según mostró una encuesta el martes.

Algunos analistas señalaron un importante posicionamiento corto de la libra ante las expectativas de un giro en el ciclo del Banco de Inglaterra.

El BoE parece encaminado a subir su principal tipo de interés medio punto porcentual, hasta el 4%, el 2 de febrero, pero los economistas buscarán señales de que esta décima subida consecutiva de tipos será una de las últimas del BoE.

La libra esterlina bajó un 0,25% frente al dólar y se situó en 1,238 dólares. El 23 de enero alcanzó su máximo desde el 10 de junio en 1,2447 $.

El índice del dólar se mantuvo más o menos estable, con los operadores preparándose para una semana crítica en la que se reunirán los bancos centrales responsables del billete verde, la libra y el euro.

La libra bajó un 0,2% frente al euro, situándose en 87,95 peniques por euro.

Sin embargo, algunos analistas son optimistas respecto a la libra esterlina a medio plazo, ya que, según ellos, los mercados ya han descontado el peor escenario posible para la economía británica.

"Es posible que hayamos alcanzado o estemos cerca de alcanzar el 'pico de pesimismo' con respecto al Reino Unido, y que la libra pueda ver tiempos mejores en el futuro", dijo Derek Halpenny, jefe de investigación de mercados globales de MUFG.

"La credibilidad fiscal ha mejorado, y en circunstancias de descenso de la inflación mundial y mejores condiciones de mercado que vendrían con ello, las preocupaciones sobre la financiación exterior disminuirían", añadió.

El ministro de Finanzas británico, Jeremy Hunt, prometió el viernes abordar la débil productividad del país con reformas posteriores al Brexit para impulsar el crecimiento.

Los mercados también están pendientes de las conversaciones en torno al llamado Protocolo de Irlanda del Norte, que podría ayudar a animar el ánimo sobre la libra.

Según los analistas, unas mejores relaciones podrían ayudar a establecer una mayor confianza y abrir un margen de flexibilidad en otras áreas para eliminar las barreras comerciales con la UE y mejorar lo que algunos participantes del mercado ven como un acuerdo de Brexit duro.

No está claro si Gran Bretaña y la Unión Europea podrán llegar a un acuerdo sobre el ajuste de las normas comerciales para Irlanda del Norte tras el Brexit a tiempo para el aniversario a mediados de abril del acuerdo de paz de la región en 1998, dijo el miércoles el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.