El martes, la libra esterlina se acercó a su máximo de dos meses frente al dólar, pero se disponía a romper una racha de siete días de ganancias frente al euro antes de los datos económicos clave.

El miércoles se publicarán los datos de la inflación de los precios al consumo y al día siguiente los datos "flash" del PMI sobre la actividad empresarial británica.

El buen apetito por el riesgo y una revalorización ligeramente más dovish de las expectativas sobre la senda monetaria del Banco Central Europeo han apoyado a la libra en la última semana y media, según los analistas, que mencionaron su correlación con el índice bursátil estadounidense S&P.

Los participantes en el mercado consideran la libra esterlina más arriesgada que el dólar, refugio seguro, y la moneda única.

La libra cayó un 0,05% a 85,44 euros por libra, tras subir durante siete sesiones desde los 86 peniques del 10 de mayo.

"Desde la última reunión del Comité de Política Monetaria (CPM), se ha entendido bien que el escenario de recorte de tipos en junio depende del IPC de esta semana y del próximo que se publicará el 19 de junio", dijo Paul Mackel, jefe global de investigación de divisas de HSBC.

"Mantenemos que el GBP-USD está caro frente a lo que implican los diferenciales de interés", añadió, recordando que el economista jefe del Banco de Inglaterra (BoE), Huw Pill, que se ha mostrado más cauto sobre la desinflación, hablará el 24 de mayo.

El gobernador del BoE, Andrew Bailey, dijo el 9 de mayo que los futuros recortes tendrían que ser mayores de lo que los mercados habían descontado, pero al día siguiente Pill dijo que apostar demasiado fuerte por un recorte de tipos en su reunión de tipos de junio sería una mala idea.

Megan Greene, responsable de política monetaria, dijo la semana pasada que el Banco de Inglaterra debería esperar a tener pruebas más concluyentes de que las presiones inflacionistas son cada vez menos tenaces antes de pasar a recortar los tipos.

La libra subió un 0,1% a 1,2715 dólares; la víspera alcanzó los 1,2725 dólares, su nivel más alto desde el 21 de marzo.

La libra subió alrededor de un 2% este mes, ya que el dólar estadounidense cayó debido a las débiles cifras de crecimiento e inflación, mientras que los datos británicos fueron más fuertes de lo esperado.

A largo plazo, "nuestra disposición general hacia la libra sigue siendo constructiva, en particular frente al euro", señalan los analistas de Barclays en sus notas de investigación semanales.

"Esto se debe a que los efectos indirectos de una revalorización dovish del Banco de Inglaterra tienden a ser limitados, la demanda es resistente y la perspectiva de unos lazos más estrechos con la UE debería desencadenar una reversión parcial, aunque considerable, de la prima de la libra por el Brexit tras las próximas elecciones generales del Reino Unido", añadieron.