La libra subió alrededor de un 0,3%, hasta los 1,2327 dólares, y cayó un 0,1% frente al euro, hasta los 87,93 peniques.

En general, los operadores de divisas se centraron en el Banco de Japón, que el miércoles desafió las expectativas del mercado y mantuvo los tipos de interés ultrabajos.

Esto hizo que el yen se desplomara frente a otras divisas y que la libra esterlina subiera un 1,6% frente al yen, a 160.

Las cifras de inflación del Reino Unido se ajustaron en gran medida a las expectativas del consenso, y es probable que el impulso a la baja ofrezca cierto consuelo al Banco de Inglaterra y a los hogares que luchan contra una crisis del coste de la vida.

Pero los analistas señalaron un aumento de la inflación de los servicios y una aceleración de los precios de los alimentos y las bebidas como motivos de cierta preocupación para los responsables políticos.

"Es importante señalar que los servicios básicos subieron del 6,4% al 6,8%, una evolución que el BoE debería tener especialmente en cuenta, y que sumada a los datos salariales de ayer debería inclinar la balanza hacia una subida de 50 puntos básicos en febrero", escribieron los analistas de ING en una nota.

El BoE ha subido los tipos de interés nueve veces desde diciembre de 2021 para tratar de reducir la inflación, y los mercados sitúan actualmente en un 82% la probabilidad de una subida de tipos de 50 puntos básicos en la próxima reunión, fijada para el 2 de febrero.

Los datos oficiales sobre el crecimiento de los salarios mostraron el martes que los sueldos, excluidas las primas, aumentaron un 6,4% anual en el periodo de septiembre a noviembre, el mayor incremento desde que comenzaron los registros en 2001.

La libra se acerca a un máximo de seis meses de 1,2446 dólares tocado el mes pasado, pero las perspectivas siguen siendo sombrías, ya que los temores de recesión, la elevada inflación y la crisis del coste de la vida pesan sobre la economía británica.

Adam Cole, estratega de divisas del RBC, dijo que su equipo tiene una visión negativa de la libra, con una previsión a largo plazo de 1,10 dólares.

"A largo plazo nos sigue preocupando el desequilibrio de la economía británica, y todo lo que salió a la palestra en septiembre en torno al minipresupuesto: muchas de las cuestiones que se pusieron de relieve no han cambiado", dijo Cole, de RBC, destacando el déficit de endeudamiento y el déficit por cuenta corriente del Reino Unido.

Los mercados británicos se sumieron en la confusión el pasado mes de septiembre, cuando el plan de recortes fiscales sin financiación de la ex primera ministra Liz Truss dañó la credibilidad fiscal del país.