Avianca y Viva anunciaron el miércoles que habían apelado al regulador de la aviación de Colombia después de que éste rechazara su plan de fusión, proponiendo medidas para disipar sus preocupaciones, como ceder algunas rutas a los competidores.

En un acuerdo de abril para fusionarse, las aerolíneas preveían mantener sus respectivas marcas y estrategias comerciales mientras el sector de los viajes luchaba contra la pandemia del COVID-19.

El regulador de la aviación de Colombia se opuso a la fusión, diciendo que plantea riesgos para la competencia y el bienestar de los consumidores.

"Creemos que es esencial para el país salvar a Viva y creemos que podemos hacerlo de una manera económicamente razonable", dijo el presidente de Avianca, Adrián Neuhauser, en una conferencia de prensa.

Neuhauser dijo que perder Viva, que tiene el 20% de la cuota de mercado en Colombia, 40 rutas, una flota de 23 aviones y unos 1.000 empleados directos, crearía una crisis en todo el sector. Como resultado, los precios de los billetes subirían y se perderían las rutas a algunas ciudades a las que sólo presta servicio Viva.

El regulador de la aviación tiene dos meses para resolver el recurso, aunque Neuhauser confía en que se pueda llegar a una decisión antes.

Viva dijo en un mensaje al público que la nueva fusión es necesaria para su supervivencia y la preservación de su modelo de bajo coste.

"Permitir que Viva tenga un accionista con respaldo financiero le ayudará a hacer frente a la difícil situación que todas las aerolíneas atraviesan actualmente debido a las adversas condiciones macroeconómicas", dijo.

Viva se enfrenta a una compleja situación financiera después de que la pandemia ralentizara los viajes, agravada este año por el aumento de los precios del combustible y el debilitamiento del peso.

Avianca, que concluyó un proceso de reestructuración por quiebra a finales de 2021, tiene una de las mayores operaciones regionales, con más de 130 aviones y 12.000 empleados.