El jefe de un partido de la oposición tunecina, Lotfi Mraihi, que ha anunciado su intención de presentarse a las elecciones presidenciales previstas para octubre, ha sido detenido por la policía bajo sospecha de blanqueo de dinero.

Mraihi, líder del partido Unión Republicana y uno de los críticos más destacados del presidente Kais Saied, fue detenido a última hora del miércoles, según informaron políticos y medios de comunicación locales.

Un portavoz del tribunal de Túnez declaró a principios de semana que Mraihi se enfrenta a cargos de blanqueo de dinero y apertura de cuentas bancarias en el extranjero sin licencia del banco central.

La detención de Mraihi se produce cuando los partidos de la oposición, muchos de cuyos líderes están en prisión, acusaron al gobierno de Saied de presionar al poder judicial para localizar a los rivales de Saied en las elecciones de 2024 y allanarle el camino hacia un segundo mandato.

Elegido presidente en 2019, Saied no ha anunciado oficialmente su candidatura para las elecciones previstas para el 6 de octubre, pero se espera ampliamente que busque un segundo mandato. El año pasado dijo que no entregaría el poder a lo que denominó "no patriotas".

Abir Moussi, líder del Partido Constitucional Libre y destacado candidato, está en prisión desde el año pasado acusado de atentar contra la seguridad pública.

El partido de Moussi afirma que fue encarcelada en un intento de apartarla de la carrera electoral y evitar un candidato fuerte. Las autoridades lo niegan.

Otros candidatos como Safi Saeed, Nizar Chaari y Abd Ellatif Mekki se enfrentan a procesos judiciales por presuntos delitos como fraude y blanqueo de dinero.

Mondher Znaidi, un destacado candidato potencial que vive en Francia, también se enfrenta a un proceso por sospechas de corrupción financiera.

La oposición afirma que no podrán celebrarse unas elecciones justas y creíbles a menos que se libere a los políticos encarcelados y se permita a los medios de comunicación hacer su trabajo sin la presión del gobierno.

Saied se hizo con casi todos los poderes en 2021, disolvió el parlamento y empezó a gobernar por decreto en una medida que la oposición calificó de golpe de estado. Saied afirmó que sus medidas eran legales y necesarias para acabar con años de corrupción rampante entre la élite política.

Destacados opositores al presidente han sido detenidos desde el año pasado acusados de conspirar contra la seguridad del Estado, en una represión que incluyó a empresarios, figuras de los medios de comunicación y políticos.