El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha dicho que quiere mantener conversaciones con el líder norcoreano Kim Jong Un "sin condiciones previas" y está supervisando personalmente los esfuerzos para realizar la primera cumbre de líderes de este tipo en 20 años. En una respuesta poco habitual, la hermana de Kim, que milita en el gobernante Partido de los Trabajadores, dijo el mes pasado que Kishida podría visitar Pyongyang algún día.

El OIEA no ha tenido acceso a Corea del Norte desde que Pyongyang expulsó a sus inspectores en 2009, pero ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por sus avances nucleares y su creciente arsenal nuclear.

Cuando se le preguntó si apoyaría las conversaciones de Japón con Corea del Norte aunque no se tratara el tema de la proliferación nuclear, el jefe del OIEA, Rafael Grossi, declaró a Reuters en una entrevista en Tokio:

"Es muy importante entablar un diálogo. Las condiciones de ese diálogo, no pretendería decirle al primer ministro Kishida lo que tiene que hacer..... Pero lo que puedo decir es que el compromiso es indispensable."

"Todo diálogo político tiene unos tiempos, unos formatos y unas secuencias que pueden existir... No mantener ninguna conversación no es una buena idea".

La presión de Kishida para mantener conversaciones con Kim se centra en intentar garantizar el retorno de los ciudadanos secuestrados por Corea del Norte hace décadas.

Durante su viaje a Japón, Grossi mantendrá conversaciones con Kishida y visitará la accidentada central nuclear de Fukushima, donde el OIEA está ayudando a supervisar el vertido de aguas residuales tratadas al océano.

El vertido, que comenzó en agosto, fue criticado por algunos residentes locales y vio cómo China y Rusia imponían una prohibición a los mariscos japoneses por temores sobre su seguridad.

Grossi afirmó que la respuesta de China fue una "decisión política" y que las pruebas independientes del OIEA han demostrado que el vertido es seguro.

Tiene previsto visitar Pekín por primera vez desde que comenzó el vertido a finales de este año y dijo que está abierto a discutir la petición de China de reforzar la vigilancia del vertido de agua.

"Nosotros, como OIEA, estamos abiertos a analizar las formas en que esto podría reforzarse. Pero en nuestra opinión, lo que proporcionamos a la comunidad internacional es información neutral, imparcial y científicamente probada", afirmó.