China, el mayor fabricante de acero del mundo, produjo 77,89 millones de toneladas el mes pasado, según datos de la Oficina Nacional de Estadística, por encima de los 74,54 millones de toneladas de noviembre.

Sin embargo, la producción descendió un 9,8% respecto al año anterior.

La producción para 2022 fue de 1.010 millones de toneladas, un 2,1% menos que el año pasado, el segundo descenso anual.

Las acerías chinas han luchado con márgenes débiles en los últimos meses debido a la atonía de la demanda por la ralentización de la economía y la escasa actividad del sector inmobiliario.

La producción media diaria de acero en China en diciembre fue de 2,51 millones de toneladas, según cálculos de Reuters, un ligero aumento respecto a la producción diaria de noviembre, de 2,49 millones de toneladas, la más baja en un año.

Se prevé que la demanda del sector de la construcción siga siendo débil debido a la depresión del mercado inmobiliario.

Aunque el gobierno central ha anunciado medidas para apoyar a los promotores inmobiliarios con problemas de liquidez, éstas se centran en mantener a flote a los promotores de calidad, más que en impulsar agresivamente la demanda, señalaban los analistas de Jefferies en una nota reciente.

Como resultado, los materiales de construcción de primera línea, como el acero, tienen un "camino por recorrer antes de encontrar el fondo", dijeron.

Jefferies prevé que la producción total de acero bruto en 2023 disminuya un 2% interanual debido a los recortes de producción impulsados por los beneficios en un mercado débil y a los recortes inducidos por las políticas para contener las emisiones de carbono.