"Dos comodines dominan las perspectivas del mercado petrolero para 2023: Rusia y China", afirma el organismo de vigilancia energética con sede en París en su informe mensual sobre el petróleo.

"El suministro ruso se ralentiza bajo el pleno impacto de las sanciones (mientras que) China impulsará casi la mitad de este crecimiento de la demanda mundial, incluso cuando la forma y la velocidad de su reapertura siguen siendo inciertas".

Gráfico: Demanda mundial total de petróleo https://fingfx.thomsonreuters.com/gfx/mkt/zgvobrzlepd/totaloildemandjan23.JPG

La debilidad de la actividad industrial y el clima suave contribuyeron a reducir la demanda de petróleo en casi un millón de barriles diarios en los países desarrollados de la OCDE en el último trimestre de 2022.

Pero a pesar de la posible, aunque probablemente leve, recesión en Europa y Estados Unidos, la esperada reapertura de China está llamada a impulsar el repunte de las economías asiáticas cercanas y a ver cómo toma la delantera a India como líder mundial en el crecimiento de la demanda de petróleo.

Gráfico: Equilibrio demanda/oferta https://fingfx.thomsonreuters.com/gfx/mkt/akpeqaxylpr/supplydemandjan23.JPG

"El motor preeminente del crecimiento del PIB y de la demanda de petróleo en 2023 será el momento y el ritmo de la recuperación de China tras el cierre", afirmó la AIE.

Mientras tanto, el principal crecimiento de la oferta de petróleo procederá de Estados Unidos, ya que la producción del grupo de productores OPEP+ disminuirá en 870.000 barriles diarios (bpd), encabezada por Rusia.

Según la AIE, la producción rusa de petróleo sólo se vio mermada en 200.000 barriles diarios (bpd) en diciembre después de que la Unión Europea prohibiera las importaciones de su crudo transportado por mar y una coalición de países impusiera un tope de precios a su crudo.

Esto supuso aproximadamente el doble de lo que la AIE había pronosticado en su último informe y la agencia preveía originalmente el cierre de 3 millones de bpd tras la invasión de Ucrania por Moscú.

Las exportaciones rusas de petróleo aumentaron algo menos del 5% el año pasado, según la AIE el miércoles, aunque los precios fueron mucho más bajos.