La refinería de biocombustibles EcoCeres, respaldada por Bain Capital, se ha aliado con una empresa de gestión de residuos respaldada por la ciudad china de Shenzhen para abastecerse de materia prima, según informó la empresa el martes, a medida que amplía la producción de combustibles bajos en carbono para satisfacer una demanda en rápido crecimiento.

El pacto entre EcoCeres, con sede en Hong Kong, y Shenzhen Expressway Group, que gestiona más de 2,5 millones de toneladas métricas de residuos alimentarios al año en toda China, se produce en un momento en que los gobiernos locales chinos intensifican la recogida de materias primas como el aceite de cocina usado (UCO) para sacar provecho del creciente comercio mundial de biodiésel y combustible de aviación sostenible (SAF).

La Administración Nacional de la Energía de China dijo en septiembre que las autoridades locales debían establecer sistemas integrados de "circuito cerrado" para recoger de forma eficaz el aceite de cocina usado de los restaurantes, procesarlo y refinarlo para convertirlo en combustibles bajos en carbono, un sistema que la ciudad de Shanghai tiene en marcha desde hace una década.

La asociación "creará un nuevo modelo de obtención de materias primas y proporcionará una fuente de biograsa estable y de alta calidad", afirmó EcoCeres en un comunicado.

China es el mayor productor mundial de UCO, con una producción prevista de unos 11.400 millones de litros este año, o 10,37 millones de toneladas métricas, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Sin embargo, en la actualidad sólo se recoge entre el 25% y el 30% de sus aceites usados, en comparación con alrededor del 80% en EE.UU. y otras economías desarrolladas, afirmó James Tam, director gerente de Bain Capital, que invirtió 400 millones de dólares en EcoCeres este año.

La mayor parte del aceite usado que se recoge en los restaurantes de China corre a cargo de pequeñas empresas locales.

Aunque la demanda interna china de biocombustibles sigue siendo baja en ausencia de mandatos gubernamentales o programas de subvenciones, la demanda extranjera de combustibles con menos carbono ha impulsado un rápido crecimiento del comercio de materias primas de aceites usados procedentes de China.

Además de sus instalaciones en China, EcoCeres anunció en junio sus planes de construir una refinería de biocombustibles de 350.000 toneladas métricas al año en Johor, Malasia, para satisfacer la demanda mundial.

El UCO cotizaba a unos 800 dólares la tonelada en el norte de Asia a mediados de noviembre, según datos de S&P Global Commodity Insights, tras alcanzar un máximo de más de 1.600 dólares la tonelada en mayo de 2022.

A precios recientes, los 10,37 millones de toneladas de UCO que China produce anualmente tienen un valor aproximado de 8.300 millones de dólares si se recogen y tratan, según cálculos de Reuters basados en cifras del USDA.

"La gente está percibiendo que se trata de una oportunidad comercial y construyendo un ecosistema para recoger el aceite", dijo Tam.