La Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, pidió a la Autoridad Bancaria Europea su opinión sobre los niveles actuales de volatilidad y el efectivo que las empresas energéticas acumulan en los mercados de derivados en caso de que los contratos se tuerzan, y sobre cómo podría ayudar el sector bancario.

Entre las ideas aireadas en las últimas semanas está la de un mayor uso de las garantías bancarias en lugar del efectivo como margen en las posiciones en derivados de las empresas energéticas, pero están sujetas a requisitos de capital como los préstamos.

"La ABE opina, en conjunto, que en la coyuntura actual la relajación de las normas prudenciales podría tener consecuencias no deseadas y erosionar la solidez y la sensibilidad al riesgo de la regulación", señaló el organismo de vigilancia en una carta al Ejecutivo comunitario publicada en su página web.

"La opinión de la ABE es que el marco prudencial está construido para tiempos normales, así como para tiempos más difíciles como la situación actual y, en general, está funcionando tal y como se diseñó".

No hay indicios de que las normas de capital estén limitando materialmente la capacidad de los bancos para apoyar a las empresas energéticas, añadió.

En marzo de este año, los bancos de la UE tenían exposiciones a derivados de materias primas por valor de 1,5 billones de euros (1,47 billones de dólares) o el 6% de sus activos totales, y los derivados energéticos representaban más del 40% del total.

Los prestamistas de la UE tenían ese mes unos 320.000 millones de euros en préstamos y anticipos pendientes a empresas de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado, según la ABE.

Los bancos ya están proporcionando "niveles significativos de apoyo" a las empresas energéticas facilitando la constitución de garantías en las cámaras de compensación, afirmó la ABE.

"Es probable que los bancos sigan haciéndolo, pero dado el apoyo ya prestado, la capacidad adicional de los bancos será probablemente más limitada en caso de que los niveles de tensión del mercado de derivados energéticos superen los observados en agosto", añadió la ABE.

(1 dólar = 1,0211 euros)