El Caucus Progresista del Congreso dijo que sus propuestas de acciones ejecutivas, normas de las agencias y aplicación de la legislación existente estaban "diseñadas para proporcionar a las familias trabajadoras un alivio a la crisis del coste de la vida, hacer frente a la mala conducta de las empresas, avanzar en la lucha por la justicia de género y racial, y seguir tomando medidas audaces para hacer frente a la crisis climática".

El caucus, formado por 101 demócratas de la Cámara de Representantes de EE.UU. y el senador independiente Bernie Sanders, ha crecido en influencia en los últimos años bajo el liderazgo de la representante Pramila Jayapal. A ella se le atribuye haber convertido al grupo en un formidable bloque de votos capaz de torpedear o asegurar la aprobación de iniciativas políticas demócratas clave.

"Estas son acciones que creemos que la Casa Blanca y las agencias federales tienen la autoridad y la capacidad de tomar ahora", dijo Jayapal a los periodistas el jueves.

Con la Cámara de Representantes estrechamente controlada por los republicanos y el Senado estrechamente controlado por los demócratas, el progreso en la legislación es cada vez más raro, lo que lleva a los presidentes a confiar más en la acción ejecutiva.

Entre las prioridades de los progresistas figuran multar a las compañías aéreas por no reembolsar a los pasajeros los vuelos retrasados o cancelados por falta de personal, hacer que los reguladores mejoren la adopción de tecnología de seguridad ferroviaria, ampliar la lista de sustancias consideradas "altamente peligrosas" y acortar la longitud de los trenes de mercancías para limitar los daños por descarrilamiento.

El grupo también pidió ampliar la supervisión de la Reserva Federal a todos los bancos con más de 100.000 millones de dólares en activos y frenar los acuerdos de compensación basados en incentivos en las empresas financieras a través de nuevas normas de la Comisión del Mercado de Valores.

El grupo propuso reforzar las protecciones contra las horas extraordinarias para los trabajadores que ganan menos de 80.000 dólares al año y proteger a los inquilinos de los precios abusivos de los caseros mediante la elaboración de normas y su aplicación en las agencias federales.

La administración demócrata de Biden ha seguido el consejo del caucus en múltiples ocasiones, sobre todo en la cancelación de la deuda estudiantil mediante una acción ejecutiva.

Esa medida, con la que estaba de acuerdo una estrecha mayoría de los estadounidenses encuestados por la Universidad de Quinnipiac el pasado agosto, ha quedado congelada por las impugnaciones judiciales.